A pesar de que Diego Simeone dejara su impronta en el fútbol por ser un mediocentro duro y defensivo, y que su Atlético de Madrid sea un fiel reflejo del jugador que fue, su hijo Giovanni está hermanado con el gol. El delantero del Hellas Verona, que ha sonado como posible refuerzo para el equipo de su progenitor, está desempeñando su mejor temporada en el Calcio. Suma ya ocho tantos en ocho jornadas de Serie A tras materializar ayer un doblete ante una Juventus que, como otros grandes en el panorama europeo, es incapaz de remontar su vuelo.
A sus 26 años, el argentino vive un momento estelar, pero su camino en Italia no ha sido sencillo hasta el momento. Llegó siendo un adolescente a las filas del Génova, donde sorprendió a propios y a extraños anotando 12 goles en la Serie A. El apellido Simeone, como en décadas pretéritas, volvía a sonar con fuerza en el país, y la Fiorentina, un equipo con aspiraciones europeas, se hizo con sus servicios. Sin embargo, tras una primera temporada ilusionante en la capital de la Toscana, el nueve perdió la titularidad, dio un paso atrás y firmó por el humilde Cagliari para relanzar su carrera.
En cambio, después de dos campañas irregulares, la experiencia sarda no resultó ser del todo satisfactoria. Así, en la pasada ventana estival de traspasos hizo las maletas y se marchó a Verona para volverlo a intentar. En el Hellas, al fin, Simeone ha encontrado la madurez en un equipo que realiza un fútbol que se amolda perfectamente a sus características. Su entrenador, Igor Tudor, propone un juego directo de lucha, brega y contragolpe; justo donde Giovanni se desenvuelve como pez en el agua. De hecho, pese a estar cedido por el club de la Cerdeña, se ha convertido en un pilar indispensable en el entramado del técnico croata.
La semana pasada le hizo un póquer de goles a la Lazio, siendo el primer jugador de una de las cinco grandes ligas europeas capaz de firmar esta temporada cuatro dianas en un partido. Y ayer, 14 minutos le bastaron para aniquilar a la Juventus con dos tantos (el segundo de ellos, de bellísima factura a la escuadra de Szczesny). Con esta exhibición, Gio ya ha superado su registro anotador del curso pasado (6) y se sitúa segundo en la tabla de goleadores de la Liga italiana, justo un tanto por debajo de los nueve de Ciro Immobile.
Con la victoria de ayer, su equipo se asienta en la décima posición y se aleja de la zona baja que acostumbra a regentar. Y Simeone, que forma una pareja ofensiva de lujo con el talentoso Caprari, es la referencia de un proyecto al alza donde está consiguiendo relanzar su carrera.
Aún se encuentra lejos de la treintena, y si mantiene tal nivel, su nombre sonará para diversos equipos de mayor calado. En un pasado no muy lejano se rumoreó con su fichaje por el Atlético de Madrid, situación que, si llegara a producirse, podría unir profesionalmente a padre e hijo.
