Fernando
Alonso esperaba que en el GP de Estados Unidos su Alpine continuara con el sorprendente rendimiento que mostró en Sochi y Turquía. En Rusia dijo que el equipo debía entender qué habían modificado en el coche que les hacían tan competitivos para seguir en esa línea ascendente después de terminar 6º en la qualy de Sochi y llegar a ponerse tercero con opciones de podio cuando empezaron a caer las primeras gotas de lluvia. En Turquía, las buenas sensaciones continuaron y Alonso pudo arrancar la carrera en la quinta plaza, confiando en su buen ritmo de carrera, pero un accidente en la primera curva con Gasly le impidió obtener un gran resultado. Sin embargo, el rendimiento del monoplaza había sido de nuevo positivo, y debía confirmarse en Austin. Pero en una zona media tan igualada, en función de lo bien que encajen las características de cada circuito a un coche, puede hacerte ganar o perder muchas posiciones. Es lo que sucedió
en Estados Unidos, donde Alpine sufrió un bajón de rendimiento en comparación a las dos citas precedentes.
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