Los ministerios de Defensa y Exteriores activaron anoche una operación en suelo afgano con el objetivo de posibilitar la salida del país de los talibanes de cerca de dos centenares de personas, colaboradores del Ejército español en las diferentes misiones de reconstrucción que ha desplegado desde 2002, principalmente en las provincias de Herat y Badghis, así como de sus familias. En la operación, que está en fase inicial, podrían utilizarse instalaciones aeropuertuarias de países limítrofes con Afganistán, donde aterrizarían los aviones españoles que se encargarían de trasladar a los refugiados a un estado del entorno que sirviese como ‘puente’ para llegar a España. Para llegar a este punto de la operación todavía faltarían varios días.
Se trata de la segunda fase de la operación de evacuación que ya ha traído a España a dos millares de refugiados y a la que se ha referido en las últimas jornadas la ministra de Defensa, Margarita Robles. La primera fase culminó el 27 de agosto, utilizándose para la misión tres aviones militares A400M que en 17 rotaciones llevaron desde el aeropuerto de Kabul a instalaciones militares de Dubai (Emiratos Árabes) a más de 1.600 personas directamente vinculadas con España (colaboradores y sus familias) y unos 400 relaciones con diferentes programas de la OTAN, UE y ONU. Después, aviones militares españoles y naves de Air Europa les trasladaron a la base aérea de Torrejón, donde se abrió un centro de recepción provisional.
Al cierre de esta edición desde los ministerios de Defensa y Exteriores no se habían dado más detalles por razones de seguridad y para no comprometer las actuaciones que acaban de comenzar en Afganistán. La intención de España, según ha expresado en varias ocasiones el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, era «no dejar a nadie atrás». Este objetivo vuelve a ser prioritario ahora. Fue el propio Albares quien a principios del pasado mes de septiembre viajó a Pakistán y Qatar, los dos países con mejores relaciones con el régimen talibán con el objetivo de lograr su apoyo en una futura operación de evacuación de los colaboradores de las tropas españoles y sus familias.
El Gobierno de España ha mantenido contacto regular con varios de los colabores que todavía no han podido salir del país con el objetivo de conocer su situación y la forma de sacarlos de sus lugares de residencia sin comprometer su seguridad.
