El
Inter de Milán reaccionó a tiempo ante el
Sassuolo para darle la vuelta a un partido que se le complicó en el primer tiempo con el tanto de penalti de
Berardi. El cuadro de
Inzaghi se sobrepuso a su mala puesta de escena gracias las paradas de
Handanovic y a la entrada de
Dzeko, autor del 1-1 y artífice del penalti que supuso el 1-2, claves para que el campeón remontara y siga la estela del
Nápoles.
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