El Instituto Vulcanológico de Canarias ha calculado que el volumen de magma que hay actualmente a 5 kilómetros de la superficie de Cumbre Vieja, en el sur de La Palma, es de 11 millones de metros cúbicos o lo que es lo mismo, el contenido para llenar 3.259 piscinas olímpicas como la de Tokio 2020.
Con esta cantidad de magma, no solo se podrían llenar 3.259 piscinas como la de los últimos Juegos Olímpicos de la ciudad nipona sino que podría llenar 543 veces la piscina más profunda del mundo, la Deep Dive de Dubai de 70 metros de fondo.
Esta cantidad de magma está presionando la superficie de la isla, buscando salida, lo que ha generado un movimiento de la corteza de 10 centímetros. Cambia la profundidad de los terremotos de los 20 kilómetros a los que se situaban el sábado al los entre los 1 y los 3 kilómetros de las últimas horas.
Esta cantidad de magma es una cuarta parte de la que expulsó el volcán Teneguía en La Palma hace 50 años, en octubre de 1971 en la última erupción volcánica en superficie de España. En aquella ocasión, hace medio siglo, el volcán expulsó 43 millones de metros cúbicos entre el 26 de octubre y el 18 de noviembre de ese año. Este volcán en Fuencaliente que despertó en 1971 llevaba dormido desde 1677.
La última erupción volcánica, en esta ocasión en la isla de El Hierro, fue la del volcán Tagoro en 2011 y este proceso de Cumbre Vieja no solo está siendo más rápido sino también más intenso que el de hace una década bajo el mar de la isla herreña, en La Restinga.
En las últimas horas ha disminuido el número de sismos, aunque se mantiene una actividad intensa que podría producir una erupción a corto plazo. Se trata de una alerta preventiva, que seguirá en semáforo amarillo por riesgo volcánico de momento y en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Mazo y Fuencaliente de la Palma.
El presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, ha informado tras la reunión del comité científico del Pevolca que no se puede asegurar que vaya a producirse una erupción volcánica inminente, pero sí que hay indicios para estar en «atentos a cualquier cambio». Tampoco se puede saber con certeza si esta erupción volcánica se producirá en unas horas, días o meses, o si esta finalmente alcanzará la superficie.
