TOKIO.― Cuando la niña Ludia veía al profesor Alexander (Mendoza) por los pasillos de su escuela, se mandaba a correr para el baño. Hasta allí iba el entrenador de levantamiento de pesas del municipio granmense de Río Cauto y esperaba con toda la paciencia del mundo a que la muchachita saliera.
«Tú tienes talento para este deporte, llegarás lejos», le decía él; y ella respondía con la misma frase de siempre: «no me gusta, deforma a las mujeres».
Alexander apostó todo a su última carta. «En 15 días es el campeonato provincial, solo me falta una atleta para completar el equipo, te aprendes la técnica y nos ayudas», solo le pidió eso. Por cansancio, o pensando que así se lo quitaría de encima, Ludia aceptó.
Fue la única pesista del grupo que captaron para la Eide. Ni eso la enamoró. Entró a regañadientes, con la ilusión de que su papá la sacaría pronto. «Voy mañana», la engañaba. «No, pasado...», y tanto estiró el supuesto viaje, que Ludia terminó adaptándose a la escuela deportiva sin imaginar que el 24 de julio de 2021 se iba a convertir en la mejor pesista de Cuba en Juegos Olímpicos con su sexto lugar en los 49 kilogramos.
Igualó su mejor marca en el arranque (82 kilos) y aunque se quedó cuatro kilos por debajo de su récord personal en envión (100), sumó 178 Kg, con lo cual lideró la final B y logró el inédito puesto en el ranking general de la prueba.
«Mi meta es quedar entre las ocho primeras, no estoy satisfecha con mis registros, pero sí contenta con la actuación», comentó la joven de 22 años al término de su competencia, cuando aún no habían comenzando sus alzadas las atletas del grupo élite.
«Voy a Tokio a darlo todo, son mis primeros juegos olímpicos y espero que no sean los únicos. El pronóstico es un lugar entre las ocho primeras, pero estoy enfocada en quedar más arriba», comentó en el largo viaje desde La Habana hasta esta urbe, cuando fue entrevistada para la sección Fuera de Cancha de las redes sociales de Juventud Rebelde.
En esa charla nos contó que la noche antes de competir se acuesta un poco más tarde que de costumbre pintándose las uñas y acicalándose para lucir hermosa en casa salida a la palanqueta. «Hay personas con un mal criterio sobre las pesistas, abundan quienes hablan de deformación del cuerpo y otras mentiras que en nada ayudan a nuestro deporte».
Alguna vez fue gimnasta y aún sueña con ser bailarina, pero al despertar por las mañanas solo piensa en superarse a sí misma todos los días. Por esa perseverancia no se desanimó durante el año que la pandemia de la COVID-19 la alejó de los entrenamientos, ni hace unos meses cuando una lesión puso en dudas su viaje a la cita estival.
Ludia habla serena, segura. Como si agarrara cada palabra como mismo hace con la barra para ejecutar los movimientos. «Algunas pesistas extranjeras dicen que luzco muy seria; mas no soy así de verdad».
Sonríe constantemente, y con eso paga los piropos que le regalan diariamente. Quedan pocos lugares de la villa olímpica donde la talentosa granmense no se haya hecho fotos, muchas de las cuales ha compartido en sus redes sociales y le han merecido elogios de todo tipo.
Hermosa y sexto lugar olímpico resultan una combinación perfecta para esta joven que considera al levantamiento de pesas como un deporte espectacular. «Para hombres y mujeres», enfatiza.
