Que el escenario donde Acción Nacional iría a la alianza por la gubernatura con un candidato priista dicen no es tan descabellada. ¿Qué tricolor sería el bueno en tal caso? Finalmente muchos azules reconocen que de antemano esa contienda en Tamaulipas el panismo la tiene perdida.
Que ¿será por eso que Gerardo Peña Flores anda sondeando con el priismo del estado las posibilidades? Otros siguen pensando que el “pastor” legislativo, a pesar de los pesares, sí anda buscando ser candidato a gobernador.
Que el PAN tiene la elección del próximo año muy problemática. ¿Qué pasará si, para acabarla, por el tema de género tengan que postular a una mujer? No tendrán de donde echar mano pues ya no están ni Maki Ortiz ni Leticia Salazar, que pudieron haber sido cartas fuertes pero las relegaron. Y aunque estuvieran, les seguirían cerrando el paso.
Que aunque AMLO es el primero en alentar que no haya tapados y los morenistas tamaulipecos lo están aplicando para sus fines, ya se hizo una mezcolanza. Felipe Garza quiere que Américo Villarreal y Erasmo González pidan licencia y dejen de usar la imagen del presidente para hacerse propaganda.
Que el dirigente estatal del tricolor, Edgar Melhem Salinas pidió a los militantes priistas que salgan a hacer públicas sus aspiraciones y luchen por ellas. Atrás quedó ese partido que tenía que esperar la línea para pronunciarse o atenerse a las consecuencias de su indisciplina.
Que el pasado viernes cumplió años la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y varios morenistas tamaulipecos no dejaron pasar la oportunidad de postear una foto con la funcionaria federal, entre ellos Lupita Covarrubias, Héctor Garza y el sobrino del presidente, José Braña.
Que mientras algunos de sus compañeros de partido se comen las uñas por ver si alcanzan una curul pluri en el Congreso del Estado o alguna regiduría por esta vía, la dirigente nacional de las mujeres priistas, Monserrat Arcos, se carga de energía en paradisíacos lugares previo a su llegada a San Lázaro por representación proporcional.