Tiene 60 metros de profundidad y para llenarla hacen falta 14 millones de litros de agua dulce. Además, está equipada con 56 cámaras para garantizar la seguridad. En ese entorno los diseñadores han construido una ciudad sumergida con todo detalle, para crear una experiencia diferente de la que puedan disfrutar buceadores profesionales y principiantes. Los aficionados -aseguran- pueden bajar a una gran profundidad con seguridad, en un entorno de buceo controlado.