La telefonía móvil, que hace que cada uno llevemos un espía en el bolsillo porque por la triangulación de antenas saben dónde estamos en cada momento, está acabando con muchas cosas. De momento casi ha terminado con los teléfonos fijos. La gente tiene hasta fibra óptica en su casa, pero casi no toca el teléfono fijo, y mucho menos suena. Los hay clásicos, que te siguen llamando al fijo. Yo casi los tengo catalogados, y por la hora en que suena el teléfono fijo casi sé quién:
- Esta va a ser María José, que quiere hablar contigo.
El caso es que María José tiene, como Dios manda, su teléfono móvil, ‘inteligentes’ los llaman, pero, mujer tradicional, puede con ella la costumbre...
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