Suspenso al Gobierno por parte del tejido empresarial español debido a su gestión de la crisis económica y sanitaria derivadas de la pandemia. Casi cuatro de cada cinco compañías familiares con sede en nuestro país (79%) se muestran insatisfechas con la respuesta del Ejecutivo a la hora de controlar y tratar de frenar las consecuencias de la pandemia de coronavirus, frente al 7% que sí la valoran de forma positiva. Los datos extraídos del Informe de Empresa Familiar 2021, elaborado por KPMG junto al Instituto y las Asociaciones Territoriales de Empresa Familiar vinculadas y STEP Project en España, también revelan que el 77% de las empresas familiares españolas se vieron obligadas el año pasado a recurrir a alguna de las medidas de ayuda puestas en marcha por la Administración. Las herramientas más solicitadas durante estos meses han sido las de apoyo financiero (préstamos ICO) y a subvenciones como los ERTE (36%).
La incertidumbre impactó finalmente en la cuenta de resultados y el 62% de estas empresas sufrieron un recorte de sus ingresos hasta octubre pasado respecto a los niveles que registraban antes del estallido de la crisis sanitaria. Por sectores, la caída de la facturación fue más generalizada entre las empresas familiares dedicadas al alojamiento y restauración, construcción e industria. Por contra, una de cada cuatro compañías consiguieron mantener sus ventas y un 12% afirman haberlas incrementado. Para lograr esta subida de la facturación, los empresarios argumentan la utilización de métodos de éxito como alinear su producto al nuevo entorno de relaciones y trabajo en remoto, adaptación a la emergencia sanitaria y saber responder a las nuevas necesidades del mercado.
El Covid puso a prueba la resiliencia de las empresas familiares, que se vieron empujadas a adaptar sus planes de negocio frente a las restricciones a la movilidad, la paralización de las cadenas de suministro y también a la caída del consumo y de la confianza en la economía. A pesar de este escenario tan complejo, las compañías familiares apostaron por mantener el 93% de los puestos de trabajo de sus empleados durante la crisis causada por el Covid-19 y hasta octubre de 2020. Esta respuesta fue posible gracias a que estas compañías contaban con liquidez suficiente para afrontar gastos y nóminas durante cerca de nueve meses a contar desde el momento en el que estalló la pandemia de covid.
Para controlar otras partidas de gastos, el 37% de las empresas familiares optaron por reducir la jornada de sus empleados y un 35% paralizaron las contrataciones. Asimismo, una de cada cinco aplazaron o disminuyeron la retribución de sus ejecutivos y analizaron métodos alternativos de compensación. También fue necesario redefinir la estructura de costes en un proceso que afectó especialmente a los gastos de oficina y que supuso un recorte del 46% en el caso de ls compañías familiares españolas. Los presupuestos de marketing y los inventarios fueron las otras dos áreas en las que más compañías familiares disminuyeron su inversión (39% y 30% de los encuestados, respectivamente).
Entre las iniciativas aplicadas para garantizar el bienestar de su plantilla, el 77% de las empresas familiares encuestadas por KPMG destacaron el desarrollo de mecanismos para ayudar a sus equipos a gestionar el estrés generado por la pandemia. Además, algo más de la mitad, el 52%, introdujeron soluciones de trabajo a distancia.
«Capacidad de adaptación»
Si algo define a las empresas familiares españolas, según Miguel Ángel Faura, socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España, es «su resiliencia, agilidad y capacidad de adaptación. Son precisamente estas características las que les han permitido responder de forma efectiva a los desafíos que han tenido que afrontar en los últimos meses». Además, Faura subraya que «el 89% de las empresas españolas son familiares» y que éstas «generan el 67% del empleo y el 57% del PIB del sector privado». «Por tanto, su visión es fundamental para entender los cambios que ha experimentado el contexto económico en España y las soluciones que impulsarán la recuperación y el crecimiento pospandemia», añade Faura.
El Informe de Empresa Familiar 2021 se basa en una encuesta realizada entre los meses de junio y octubre de 2020 a 469 empresarios familiares españoles y en una serie de entrevistas personales elaboradas a 17 empresarios entre mayo y junio de 2021.
