Las marchas aún no se detienen se en Colombia. Pero más voces se han unido pidiendo que se abra un pronto diálogo y cese la violencia sea cual sea el flanco. El costo en vidas ha sido muy alto y doloroso. A las calles, según balance del miércoles, salieron unas 80.000 personas en esa jornada mayoritariamente pacífica. El ministro de Defensa, Diego Molano, entregó cifras sobre impacto, principalmente, con vandalismo contra la infraestructura urbana, saqueos y ataques a sedes de la policía, y anotó que hubo 352 concentraciones, 265 marchas y 193 bloqueos en unos 250 municipios del país.
Al medio día, el número de muertos ascendía a 83, 222 personas con registro de violencia física y 831 manifestantes detenidos, entre otros datos entregados por la ONG Temblor –entidad que pidió a la ONU una comisión de seguimiento a las cifras que entrega y que han sido previamente verificadas por medio de triangulación–.
Pero los enfrentamientos no han sido solo en las calles. Ayer, la pelea del día fue entre Molano y el senador y candidato presidencial Gustavo Petro, líder del partido Colombia Humana y hoy de la coalición de partidos de izquierda Pacto Histórico. El intercambio de trinos, donde Molano le reclama a Petro que un día «‘manda a atacar’ a la Policía y al otro los ‘manda a abrazar’»; y el líder de la oposición al gobierno responde: «Señor ministro de Defensa, desde que firmé la paz en 1989 jamás, oiga bien, jamás he insinuado que se ataque a un solo miembro de la fuerza pública. Usted, en cambio, permite que se asesine a civiles desarmados. Es usted el que se pone fuera de la ley».
Buscar el diálogo
El tema no es anecdótico pues en esa tensión es que se debate el país y la que puede mantener estancados los esfuerzos de rectores universitarios, gremios y sociedad civil para bajar la confrontación y procurar un diálogo efectivo que aborde los temas críticos.
En la mañana, el presidente Iván Duque convocó a las Altas Cortes, incluido el presidente de Justicia Especial para la Paz, Eduardo Cifuentes, para tratar la crisis y vías de salida, dentro de la hoja de ruta de conversaciones del gobierno con diferentes estamentos y organizaciones de la sociedad. Las Cortes condenaron públicamente la violencia, apoyaron el diálogo nacional entre todas las partes y señalaron que «los delitos que en el marco de la protesta se han presentado contra cualquier ciudadano o servidor público deben ser investigados priorizados y sancionados con las autoridades competentes», como lo afirmó el presidente de la Corte Constitucional, Antonio Lizcano.
Para la tarde de ayer se esperaba un comunicado conjunto entre las fuerzas de centro, centro izquierda e izquierda, como la Coalición por la Esperanza, Defendamos la Paz, el Pacto Patriótico y el Comité del Paro, en el que, además de defender los principios democráticos, pedirían una negociación con el Comité del Paro, y rechazarían una declaratoria de conmoción interior, como ha sido solicitado por algunos sectores y visto como opción constitucional por parte del gobierno, así como cesar la asistencia militar a la policía en lagunas ciudades del país.
