En estas fechas en las que la humanidad se encuentra en una carrera científica, médica, política y social contra reloj, para frenar los efectos devastadores del Coronavirus, esta jornada adquiere un peculiar sentido y una renovada fuerza.Estamos en un momento en que se observa con crudeza lo vulnerable de nuestra existencia, en el que afloran las preguntas sobre el sentido de la vida, en el que se hace palpable también, de forma dramática, el final de esa vida con todas sus preguntas.