El titular del juzgado de instrucción 3 de Manacor, Javier Burgos, ha tomado declaración desde mediodía a los cuatro hombres y tres mujeres detenidos por la Policía a raíz de la denuncia del discapacitado, un hombre de 34 años que había convocado a través de redes sociales un "concurso" para "cambiar de look".
Según fuentes judiciales, el magistrado también ha prohibido salir de España a los siete detenidos, para quienes ni la Fiscalía ni la acusación particular ha solicitado el ingreso en prisión provisional.
El hombre con discapacidad, que acabó sometido a agresiones como que le cosieran los dedos de los pies y que le tatuaran dibujos de penes en el rostro, había acordado por escritos con los procesados las reglas del reto de cambio de imagen, en las que aceptaba someterse a pruebas que estarían penadas con "castigos" en caso de que no pudiera superarlas.
"Los arrestados habrían superado su vulnerabilidad para humillarlo", según ha informado la Policía, que ha confirmado que el viernes 5 de marzo, el hombre fue citado por dos mujeres que aceptaron participar en el juego y que le llevaron, con los ojos vendados hasta el piso de Manacor donde le esperaban otras cinco personas, todas ellas de entre 20 y 31 años.
Una vez en esa vivienda, le quitaron y fotografiaron el DNI le amenazaron con denunciarle para exigir que cumpliera con las condiciones que le impusieran en el "concurso".
Algunas de estas pruebas eran ejercicios físicos que la víctima era incapaz de realizar y como castigo le tatuaron dibujos de atributos sexuales en el rostro y el pecho, le marcaron también la espalda y le atravesaron con hilo varios dedos de los pies.
Además, le desnudaron y le subieron a la azotea del edificio, donde le arrojaron una botella de agua por encima y le obligaron a permanecer allí media hora, lo que le causó hipotermia y mareos.
Estas vejaciones y agresiones se sucedieron desde la tarde del viernes hasta el domingo por la mañana, porque la víctima tenía miedo de abandonar el inmueble por temor a represalias, pero el domingo por la mañana telefoneó a una amiga, quien avisó de los hechos a la Policía. EFE