El gobierno catalán ha asegurado que los problemas de suministro que están afectado el reparto de vacunas contra el coronavirus podrían obligar a frenar la campaña de inmunización activa en estos momentos. Según ha explicado este miércoles el secretario de Salud Pública de Cataluña, Josep Maria Argimon, la reserva de vacunas de la Generalitat está a punto de acabarse y unas 10.000 personas podrían quedarse sin su segunda dosis la semana que viene.
«Moderna se retrasa, Pfizer manda menos vacunas y de AstraZeneca no sabemos nada», ha lamentado el doctor tras apuntar que, una vez administradas las dosis previstas para esta semana, se habrá consumido todo el «stock estratégico» del que dispone la comunidad. «Las neveras estarán vacías en espera de la nueva remesa», ha certificado. Pese a todo, la Generalitat asegura que el periodo disponible entre una dosis y la otra contempla un margen de 21 a 41 días, así que aún hay tiempo.
Según los datos de que dispone el Departamento de Salud, hasta el momento se han aplicado 200.704 vacunas, de estas, alrededor del 70% se han administrado al personal sanitario y de residencias y el 30% restante ha sido para los internos de los centros de ancianos. Al ser preguntado por la vacunación a personas mayores de 80 años que no viven en residencias, Argimon ha explicado que hay 400.000 catalanes en este grupo de edad por lo que se necesitan 800.000 dosis para desplegar la estrategia. «No tenemos vacunas», ha reconocido.
