La omertá es un código de honor de la mafia que vendría a ser algo así como la ley del silencio, un mandamiento no escrito que prohíbe hablar o colaborar con la Policía o la Justicia, aunque se tenga conocimiento de delitos graves, y que acostumbra a cumplirse bien por miedo a las represalias que acarrea no hacerlo y, lo más importante, para proteger a otros compinches en una especie de hoy por ti, mañana por mí.