Moncloa ha dado portazo a endurecer las restricciones de movilidad, pero el estado de alarma vigente le faculta para un encierro domiciliario y aplazar las elecciones a marzo, tal y como propuso el PSC
La resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que mantiene de forma cautelar las elecciones del 14 de febrero deja abierta la posibilidad, antes del auto definitivo, de que se suspenda la votación si hay un aumento de las restricciones de movilidad debido a la pandemia. La decisión de endurecer las medidas bajo el actual estado de alarma, que finaliza el próximo 9 de mayo, sería competencia del Gobierno, a petición del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
El auto recuerda que con las medidas sanitarias actuales vigentes en Cataluña no se limitan los desplazamientos y que, en consecuencia, el derecho a sufragio no está en riesgo. Esta coyuntura solo podría cambiar si, tal y como ya se ha adelantado a pedir el Ejecutivo catalán, se imponen encierros domiciliarios. Una facultad que solo es competencia del Gobierno central y, por tanto, del Ministerio de Sanidad y del candidato, Salvador Illa.
"El TSJC no decide cuándo son las elecciones. Analiza la situación en la que nos encontramos a partir de los elementos que tiene sobre la mesa. Si mañana estos elementos cambian, el análisis del TSJC también", explica Rafa Arenas, impulsor del recurso de Impulso Ciudadano contra el decreto 1/2021 de la Generalitat, en referencia a que el auto del tribunal catalán todavía no es firme.
El Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) ha manifestado, en sintonía con el Govern, la necesidad de una reclusión "intensa pero corta" en los domicilios con el fin de doblar la curva de contagios. Después del pronunciamiento de los expertos, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, y la consejera de Sanidad, Alba Vergés, han pedido también medidas más duras.
La aplicación de estas restricciones de movilidad, en vista del auto del TSJC, sería la única oportunidad que tiene el Govern para intentar frenar la cita con las urnas el 14-F. Pero necesita que Illa acepte. De momento, Moncloa ha cerrado la puerta a aplicar medidas más severas en Cataluña y en el resto de comunidades autónomas. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió este viernes del peligro de la tercera ola, pero también hizo mención a la necesidad de no perjudicar más la economía.
En la misma línea, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, afirmaba que España "no puede volver" a un confinamiento como el de marzo e instaba a los ejecutivos autonómicos a explorar "diferentes posibilidades de decisiones que todavía no están agotadas".
También se ha valorado que la decisión afecta "al derecho fundamental de sufragio activo y pasivo", o derecho al voto, cuya suspensión no está prevista en el marco normativo estatal del estado de alarma, que admite expresamente la celebración de elecciones durante la vigencia del estado de alarma.
En la misma línea, se ha considerado que las medidas sanitarias actuales no limitan desplazamientos para actividades no esenciales, así como la efectiva implantación de medidas preventivas por las Administraciones con competencia en materia sanitaria y electoral.
Finalmente, el TSJC deja claro que la decisión del auto "no implica que el tribunal obligue a votar irreversiblemente el día 14 de febrero de 2021". Lo que el tribunal hace es mantener la celebración de las elecciones en la fecha en que las convocó la autoridad competente (vicepresident del Govern) en la resolución del día 21 de diciembre de 2020. "Esto no significa que no puedan darse cambios sustanciales de aquí al 14 de febrero, tanto en las normas reguladoras del estado de alarma como en el ámbito sanitario, derivados de la evolución negativa de la epidemia, lo que podría justificar otra decisión de las autoridades competentes adoptada conforme a derecho, teniendo en cuenta dichas nuevas circunstancias".
Antes de que el decreto de nuevas elecciones del Govern fuera impugnado, el PSC se avino a aplazar las elecciones en marzo. Pero el Ejecutivo catalán decidió desconvocar y no abría la puerta a celebrar unos nuevos comicios hasta el 30 de mayo.
Para satisfacer al PSC, o encontrar una vía intermedia entre el 14-F o el 30-M, no hay que excluir el escenario de que Moncloa aplique un confinamiento hasta marzo para celebrar los comicios en la fecha que previamente habían propuesto los socialistas catalanes. "Moncloa puede aplicar un confinamiento duro sin necesidad de contar con la Generalitat", explican las fuentes jurídicas consultadas.
Este escenario obligaría a Moncloa a tomar una decisión poco popular como es la de encerrar a los catalanes en sus casas hasta marzo. El decreto del estado de alarma, vigente hasta mayo, lo posibilita. Cuestión distinta es las consecuencias políticas de dicha decisión en un contexto pre-electoral.