Al comienzo de mi trabajo en la redacción internacional de Granma, escuchar la opinión —crítica o no— de Juan Marrero, y otros avezados periodistas de entonces, fue un desafío que acepté con gusto, de tal manera que me comprometió a continuar en el lugar donde todavía soy parte de su colectivo. Nuestra redacción internacional ha tenido siempre como objetivo hacer un diario que brinde informaciones actualizadas de los hechos más significativos del mundo.