A mediados de los años 2000 surgieron varias tribus urbanas, entre ellas la de los emos que estaba conformada por adolescentes quienes se caracterizaban por vestir de negro con pantalones ajustados, cinturones con estoperoles, además de usar delineador negro en sus ojos los cuales eran cubiertos por un fleco. Además de ellos también estaban los punketos, una tribu urbana que al igual que los emo, usaba ropa y botas negras, así como peinados mohawk. La rivalidad entre ambos grupos los llevo a enfrentarse en una ocasión en la CdMx.
Corría el año 2008 donde se podía ver en las calles a los adolescentes que formaban parte de la tribu urbana llamada emo, en esos años se escuchaba en la radio y en los canales de televisión musicales a bandas como My Chemical Romance, Pxndx, Fall Out Boy, Good Charlotte y entre muchas otras que estaban en el gusto de los emo.
Por el contrario, también estaba en su apogeo los punketos, quienes estaban conformados en su mayoría por punks y darks.
Poco a poco, los emos llamaron la atención y cada vez más adolescentes se unieron a la tribu urbana, pero al mismo tiempo que ganaban popularidad, eran atacados en redes sociales donde recibían mensajes en su contra, esto a través de plataformas como Hi5 o Metroflog, redes sociales que hoy pueden ser comparadas con Facebook e Instagram.
Debido a los ataques que recibían en su contra, los emos decidieron organizar una reunión en uno de los sitios que cada fin de semana era visitado por muchos de ellos, la Glorieta de Insurgentes, un lugar donde los emos pasaban el tiempo escuchando a sus bandas favoritas o practicando con sus patinetas.
A través de Internet, se organizó una reunión donde se convocó a los emos a asistir para hacer un llamado y pedir respeto hacia ellos. El día de la reunión llegó, a las tres de la tarde, integrantes de esta tribu urbana comenzaron a llegar a la Glorieta de Insurgentes. Aunque todo parecía que iba a ser una manifestación pacífica, esto no resultó así.
De acuerdo con un reportaje que realizó TV Azteca, al lugar llegó un grupo pequeño de jóvenes que pertenecían a la tribu urbana de los punketos, a pesar de que eran menos que los emos, esto no impidió que entre los dos bandos comenzará un enfrentamiento.
Los punketos llegaron a la Glorieta de Insurgentes a provocar a los emos, quienes cansados de recibir violencia en su contra no lo dudaron y comenzaron a agredir a los otros jóvenes aventando botellas y cualquier objeto que estuviera a su alcance. Al lugar llegaron elementos de la policía para tratar de calmar los ánimos, algo que en un principio consiguieron.
Con el paso de los minutos, a los punketos se unieron metaleros y góticos, quienes también atacaron a los emos con insultos, por lo que de nueva cuenta y ante los intentos fallidos de la policía, las tribus urbanas se enfrentaron. En esta ocasión, la trifulca entre las tribus urbanas generó un caos en la Glorieta de Insurgentes.
Aunque al sitio también llegaron granaderos, quienes junto con miembros de la policía intentaron detener la pelea entre ambas tribus urbanas, nada dio resultado. En la Glorieta de Insurgentes se veía a varios jóvenes de pantalones entubados y con fleco defender su ideología aventando diversos objetos y hasta patadas a quien se les pusiera enfrente.
El enfrentamiento fue tan grande que incluso llegaron algunos medios de comunicación a cubrir lo que estaba pasando. La pelea entre emos y punketos parecía que no iba a terminar, sin embargo, algo logró calmar los golpes y agresiones.
Un grupo de krishnas, un grupo de personas de un movimiento religioso, entró a la Glorieta de Insurgentes en medio de alabanzas y un llamado a la paz. Ante esto, el enfrentamiento terminó, por lo que poco a poco los jóvenes ingresaron a la estación de metro Insurgentes.
Afortunadamente, no se volvió a presentar otra pelea entre emos y punketos, pero sin duda el enfrentamiento causó sorpresa entre los mexicanos, incluso hubo algunos que se rieron de tal trifulca.
Con el paso de los años, los emos desaparecieron, sin embargo, aún hay muchas personas que comentan en redes sociales que aunque ya no usan la vestimenta característica de la tribu urbana, aún escuchan las bandas predilectas de los emos y recuerdan esa época de su adolescencia.
PJG
