Agosto es un mes del carajo, casi no tienen tiempo los perros para guardar la lengua, el sofoco no los deja vivir y dos metros cuadrados de sombra valen más que un barril de petróleo. Una de esas tardes en que Cerveza fría se convierte en la perfecta anfitriona, llegó un sujeto a casa de Timbiriche (el que vende las “Cristales” a 40 pesos).