Las vacaciones de verano están hechas para disfrutar del sol, de la playa, de la montaña y, especialmente, de nuestras familias y amigos. Comer en algún chiringuito a pie de playa o cenar en una terraza, a la luz de la luna y las estrellas, en...
Pero la fiesta no tiene que terminar cuando vuelvas a tu casa o piso vacacional. Unos buenos combinados de ginebra o vodka pueden ser la mejor forma de terminar un intenso día.
Para no tener que cargar con botellas durante tu viaje (bastante cargados vamos ya), lo mejor que puedes hacer es comprar online las bebidas alcohólicas más refrescantes para el calor y que te las lleven a tu casa veraniega.
Veamos cuáles son las bebidas que no te pueden faltar durante el verano.
Cuando aprieta el calor y sientes que las gotas de sudor resbalan por tu cuerpo y que tu boca se reseca, imaginarse una cerveza bien fresquita es como soñar con un oasis en el desierto.
La cerveza es refrescante por diversos motivos, entre ellos que su composición es, en más de 95 %, agua. Es ideal para hidratarse, hasta el punto de que cada vez son más los deportistas que, al terminar sus entrenamientos o competiciones, utilizan la cerveza como perfecto reconstituyente.
Por supuesto, la cerveza debe servirse siempre bien fría, ya que si está caliente pierde todas sus cualidades y sabe a rayos fritos, por decirlo de alguna manera.
La cerveza es antioxidante, rica en minerales y vitaminas, previene el envejecimiento y la osteoporosis... incluso los médicos recomiendan su consumo moderado.
Otra ventaja de la cerveza es que marida con prácticamente todo: pescados, carnes, arroces, etc, haciendo que las viandas sean más sabrosas y ligeras y que entren mucho mejor.
Y ojo, no debes preocuparte por echar barriga cervecera. Eso de que la cerveza engorda no es más que una leyenda urbana. Por poner un ejemplo, un combinado puede tener unas 400 calorías, mientras que una cerveza no supera las 75.
No, no nos referimos a que puedes beber el vino solo o con más personas, algo que se da por descontado. Queremos decir que el vino en vacaciones no solo te refresca en forma de tinto de verano o de sangría, también lo hace tomándolo solo.
Los vinos rosados y blancos, bien fresquitos, son otras de las delicias del verano. Y tampoco hay que dejar de lado a un buen tinto, aunque siempre servido a una temperatura idónea.
Para refrescar el vino siempre es recomendable utilizar cubiteras o envases termo, pero nunca el congelador, que se puede cargar por entero las propiedades organolépticas del producto de la vid.
Tampoco lo sirvas en copas recién sacadas del congelador.
La ginebra es una de las bebidas blancas más versátiles, Lo mismo te vale para el aperitivo, para refrescarte en cualquier momento del día, como digestivo después de una buena comilona o para liarse a gin tonics durante las calurosas noches del verano.
Siempre que se consuma con moderación la ginebra es una excelente bebida alcohólica refrescante. Tanto servida en un tradicional gin tonic como elaborando un combinado algo más complejo y novedoso.
Por ejemplo, cada vez está más de moda servir la ginebra con brandy de melocotón, zumo de naranja, granadina y angostura, bien agitado y servido con mucho hielo en una copa de balón. ¿A que se te hace la boca agua?
En verano, la forma en la que se sirve el vodka debe cumplir tres requisitos esenciales: frescor, frescor y, especialmente, frescor.
El vodka es tan versátil que puedes tomarlo solo o con hielo, recién sacado de la nevera, como destornillador (con zumo de naranja), con zumos de otras frutas de temporada, con cerveza de jengibre, con Prosecco o con casi cualquier bebida.
Un buen combinado de vodka es ideal para disfrutarlo junto a la piscina en buena compañía.
Son muchas más las bebidas refrescantes con alcohol de las que puedes disfrutar en verano, aunque siempre hay que hacerlo con moderación, especialmente cuando son de alta graduación. Y procura hacerlo en la sombra, no imites a algunos de nuestros queridos turistas foráneos, capaces de tomarse un coñac con Coca Cola a pleno sol y con una temperatura superior a los 40 °C. Tengamos sentido común.