La rentabilidad bruta de la compra de una vivienda para ponerla en el mercado del alquiler ha crecido durante el segundo trimestre hasta el 8,2%. Antes del inicio de la pandemia, esta tasa estaba situada en el 7,6%. Teniendo en cuenta el estudio realizado por idealista, la rentabilidad obtenida multiplica por 15, en el peor de los casos, las tasas que ofrecen los bonos del Estado a 10 años.