En lo que parece un nuevo ataque yihadista contra la Iglesia Católica, varios individuos armados han asesinado a seis personas, entre ellas al sacerdote, en una iglesia de la localidad de Dablo, en Burkina Faso.
El ataque coincide con el reciente llamamiento del “califa” de Daesh, Abu Bark Bagdhadi, para que se intensificara el terrorismo en la zona, en la que Al Qaeda tiene una implantación muy fuerte,.
Según la información difundida por las agencias y redes sociales, el ataque se produjo esta mañana y es el el segundo contra cristianos en tan sólo dos semanas. Las autoridades atribuyen los atentados a los yihadistas.
Tras perpetrar los asesinatos, los terroristas quemaron la iglesia, saquearon una farmacia y otras tiendas y huyeron del lugar, según las tácticas difundidas por Daesh en los últimos números de su revista semanal “Al Naba”.
A fines del pasado mes de abril, individuos armados mataron a un pastor y cinco fieles en una iglesia protestante, también en la zona norte como Dablo.
Tal y como informó LA RAZÓN, Daesh ha puesto a los cristianos en su punto de mira para, sencillamente, asesinarlos dentro de su estrategia criminal de imponer un Islam en su versión más rigorista y lograr un “califato mundial”.
Días antes de los atentados de Sri Lanka, atacó una población emblemática de Nigeria, sobre todo por el daño que causó en ella hace cinco años, cuando secuestró a casi 300 niñas.
A través del canal Telegram, Daesh publicó recientemente un mensaje en el que aseguraba que “el Vaticano respalda el uso de la fuerza” contra este grupo criminal. "Las iglesias de los cruzados son objetivos legítimos para ISIS. El Vaticano ha declarado la guerra al Estado Islámico y ha apoyado esta guerra. Cada hipócrita que derrama lágrimas de cocodrilo debe meterse un zapato en la boca”. Y acompañaba la imagen que se reproduce en esta misma web.
