Fue tan errático el control de Son que parecía que la jugada no iba a llevar a ningún lado. Pero el coreano insistió, consiguió que la pelota no saliera fuera, se giró con sorprendente facilidad, nadie le molestó apenas, y remató cruzado para poner por delante al Tottenham. Por cómo sucedió todo, se intuía que algo raro había pasado, pero no. Son arrancó en posición legal, aunque justa; el balón no se marchó por la línea de fondo y el VAR confirmó que la acción era legal. Así fue el tanto que pone por delante a Pochettino frente al Manchester City de Guardiola, que está de nuevo contra las cuerdas en la competición que se le ha complicado los últimos años. Con el Bayern las semifinales fueron su límite y con el City cayó un año en octavos y otro en cuartos. Pero esta vez queda la vuelta. Mucho por jugar.
Agüero pudo haber cambiado el destino del encuentro. Nada más empezar dispuso de un penalti por mano de Rose que Kuipers señaló tras revisarlo en los monitores. El Kun lanzó a un lado, flojo, y Lloris adivinó la intención. La verdad es que no hizo mucho más el conjunto de Manchester, con el canario Silva, posiblemente su futbolista más talentoso, algo apagado. Tampoco el Tottenham apretaba. Parecía que el empate les servía a ambos. Kane fue quien tuvo el disparo más claro, pero lo paró Ederson. Después, el delantero se lesionó en un tobillo. Pinta mal su presencia en la vuelta.
En la segunda parte empujó un poco el City. Y justo cuando más fue a por el gol, ya con Gabriel Jesús en el campo, lo recibió en contra.
