Marihuana y Salud, es el título de un libro editado por el Fondo de Cultura Económica, que reúne los aportes de alrededor de una docena de científicos, bajo la coordinación de Juan Ramón de la Fuente quien será, el representante permanente de México.
En la ONU, en el gobierno federal entrante. Es tema actual de la discusión su posible despenalización y el hecho de que reportan los periódicos: “Coahuila, con condiciones para el cultivo de la marihuana”. En términos de usos y costumbres de nuestros ambientes políticos, quiere decir que ya no tardarán nuestros campos laguneros en vestirse de marihuana, a fin de que el cultivo del algodón ya está muy desprotegido.
El consumo de marihuana se ha vuelto un problema político, sin dejar de ser un problema de saludo.
No cabe duda que los que propongan su despenalización, la opinión pública los califica dizque de avanzada, fundamentándose en que vivimos en un país democrático y de libertades, donde cada ciudadano elige lo que quiere ingerir, tomando en cuenta sus riesgos, que los asume por su real poder. Sin preguntase qué tan democrático es el hecho y si ética y moralmente cada quién es libre, incluso para elegir lo que le pueda dañar.
Los documentos de las religiones más antiguas del mundo, nos señalan que la humanidad de por sí tiene una severa herida en relación al mal, razón por la cual será siempre necesario elaborar códigos y leyes llenas de sabiduría que lleven a la educación integral del hombre. Este razonamiento de código mundial, es muy distinto a las elaboraciones de la ONU y a las exigencias del mercado que muchas veces cambia leyes honestas, en búsqueda de ganancia económica.
Imposible lograr que todo legislador tenga probidad moral, formación ética y moral, razón por la que son más necesarios debates serios y no argumentos superficiales que lleven el sello de la utilidad política inmediata. Pero en nuestros país ya tenemos tiempo que llegamos a legislaciones sorprendentes, por falta de formación en los legisladores y también en el pueblo, que de repente se encuentra con legislaciones que una vez hechas, no queda más que ganar la calle en protesta masiva, pacífica y que se oiga, ahora sí por los medios de comunicación social y que así sepan los mediocres que legislan lo que ni siquiera entienden. ¿Venga la marihuana?
