AMLO desplegó un repertorio que en política suele dar buenos resultados: la persistencia. Emuló el camino de Luiz Inácio Lula da Silva en eso -el brasileño perdió tres elecciones antes de llegar a Planalto; el tabasqueño dos, ambas sospechadas de fraude por la comunidad internacional-, pero también en un notorio corrimiento al centro político. ¿Anula eso que Morena, su propio partido fundado tras su salida del PRD, tenga un programa profundamente transformador? En absoluto.