Las buenas costumbres nunca cambian, y el deporte español es, desde hace tiempo, una de ellas. Este 2017 ha vuelto a ser un éxito para todos aquellos que a comienzo de año debían lidiar con la presión que conlleva acaparar todos los focos. Y es que, a pesar de la emersión de los jóvenes, han sido los rostros más conocidos los que han vuelto a brillar con luz propia. Por muchos de ellos, como por Nadal, no parecen correr los años. Otros como Márquez, no echan el freno. Entre tanta alegría, apenas se vislumbran las sombras de Lorenzo, cuyo batacazo ha sido evidente, y Contador, que se despidió a lo grande después de comprobar que no estaba a la altura de los mejores.
Rafael Nadal. Tras dos años sin levantar un ‘major’, las esperanzas del deporte español no recaían sobre su figura. El balear, en cambio, ha evidenciado una vez más por qué está en el lugar más alto de nuestra historia. Seis títulos, entre ellos dos Grand Slam (Roland Garros y el US Open) le sirvieron para recuperar un trono que no poseía al término de un curso desde 2013. Toda una proeza pese a llegar tras una larga ausencia en el circuito por molestias en la muñeca. Por él no parecen transcurrir los años.
Garbiñe Muguruza. En la faceta femenina el tenis también ha sido sinónimo de triunfo. La tenista española ha hallado esa constancia que le faltaba para asentarse de forma sistemática entre las mejores, y llegó a alcanzar un número uno que ahora tratará de recuperar en Brisbane. Tras alzar Roland Garros la pasada temporada, en esta obtuvo un triunfo más valioso aún: Wimbledon. La catedral del tenis la vio brillar ante la veterana Venus. Las hermanas Williams temen que la nacida en Caracas fuerce su fin.
Marc Márquez. El de Cervera está dispuesto a pulverizar todos los récords. La temporada empezó con dudas y con demasiados rivales, pero su constancia y atrevimiento le permitieron cerrar el título en la última carrera. Ya suma seis en total. Son cuatro en la categoría reina, donde únicamente en 2015 se le escapó el trofeo. Está a tres de igualar a Rossi, y a sus veinticuatro años parece complicado que alguien consiga frenarle. Su alianza con Honda pinta larga y, a buen seguro, producirá más frutos en el futuro.
Sergio García. El golfista, a sus 37 años, se ha reinventado para romper su maleficio en las citas mayúsculas. Tras ser segundo en dos ocasiones en el Open Británico y en el Campeonato PGA, y después de haber acabado 22 veces entre los diez mejores, al fin ha obtenido su recompensa: el Masters de Augusta. Se une así al selecto grupo que formaban Severiano Ballesteros y Olazábal. Junto a él también se ha ganado la mención Jon Rahm, que ha concluido el curso en el cuarto escalafón con sólo veintitrés años tras sumar tres triunfos.
Jorge Lorenzo. El piloto mallorquín ha protagonizado una de las mayores decepciones de este curso. Su contrato millonario con Ducati, y el trabajo de los italianos para amoldar la moto a sus condiciones, hacían presagiar que el español levantaría cabeza tras un 2016 donde ya anduvo lejos del título. Sin embargo, su rendimiento ha sido más que pobre: tan sólo ha subido al podio en tres ocasiones. Su compañero, con la misma unidad, ha logrado seis triunfos. Un contraste impropio de todo un tetracampeón de la categoría reina.
Alberto Contador. Su despedida no pudo ser más grandilocuente, con el triunfo en la etapa más codiciada por todos los corredores. España fue testigo de una proeza que, no obstante, no escondió un año en el que el de Pinto estuvo muy lejos de poder conquistar una Gran Vuelta. Él mismo mostró un rostro decepcionado en el transcurso del Tour de Francia, momento en el que quizás se percató de que sus fuerzas se habían agotado para batallar con los mejores. En 2017, no cumplió con las expectativas.
