El próximo año 2025 la actual SPG, fundada en un mes de marzo de 1985 como Plastienvase, cumplirá 40 años de actividad en un sector que ha sufrido múltiples transformaciones y desarrollos para llegar hasta nuestros días. 10 años antes de la constitución de la empresa, ya nuestros antepasados habían iniciado el negocio, pero no era común que las empresas se registraran desde el primer día. Los fundadores de la compañía fueron mis abuelos Josefina Mármol Montero y Francisco Bernal Hidalgo. Casualmente, mi abuela descubrió en el sótano de la nueva vivienda, a la que acaban de mudarse, una pequeña máquina manual de impresión de un solo color. Y ahí comienza nuestra historia. Con la intención de generar recursos económicos extra para las familias, comenzaron a imprimir bolsas de plástico para los productos de pastelería que elaboraban las monjas de un convento próximo. En aquellos años, el boca a boca fue nuestra principal publicidad, evolucionando de las monjas, a las panaderías y de ahí al descubrimiento de los grandes beneficios de los envases plásticos para la conservación y transporte de los productos alimentarios. Viendo el crecimiento paulatino de la cartera de clientes, pronto se unieron las nuevas generaciones, mi padre Francisco Bernal Mármol y mi tío José Luis Bernal Mármol, que, bajo la exigente supervisión de mi abuelo, serían los encargados del desarrollo y el crecimiento de Plastienvase. Estaba todo por hacer, realmente eran tiempos difíciles en los que, desde los bancos, a la formación, o a lidiar con la formalidad en el pago de los clientes, …eran problemas. La empresa empezaba a tomar otro volumen y los experimentos estaban a la orden del día. No existían expertos, ni internet, ni estudios sobre materiales, ni una industria asentada que nos ayudara ante las grandes dudas y dificultades que les rodeaban. Había mucha incertidumbre en torno al material plástico que acababa de surgir, así como a sus posibles y futuros usos. Mi padre y mi tío fueron persistentes, personas trabajadoras y sobre todo luchadores. Tenían dos objetivos claros, viajar para conocer nuevas infraestructuras en las que invertir y que, una vez implantadas, pudieran acometer nuevos retos industriales que dieran respuestas a las necesidades de sus clientes. Su frenética curiosidad y su vocación de servicio al cliente han sido las principales máximas de esta empresa. Gracias a la unidad y al empeño forjado junto a la plantilla existente en aquellos años, fueron capaces de hacer frente a todos los desafíos que les proponían sus clientes. No eran buenos tiempos para la industria en Andalucía, el acceso a la información era muy limitado y deficiente, cada reunión con las entidades bancarias para avalar operaciones de inversión en innovación, era motivo para casi atrincherarse en los despachos y exigir apoyos hacia la progresión industrial, hacia el crecimiento de nuestros territorios y el mantenimiento de puestos de trabajo. Fruto de su tenacidad hace que hoy, 40 años después, contemos en 2024 con u na plantilla de más de 700 trabajadores y estemos entre las empresas más influyentes y relevantes del envase del packaging flexible y termoformable. Hablar de expansión, entonces, era casi un despropósito, pero también consiguieron viajar y conquistar clientes en otras provincias y países. En la actualidad SPG dispone de delegaciones comerciales en: España, Portugal, Francia, Italia, Benelux, Alemania, Gran Bretaña, Irlanda y Países Nórdicos. Siguiendo su motivación por mostrar la progresión y la innovación que nos facilitan la maquinaria y las infraestructuras integradas en las fábricas de Córdoba en España y Arras, en Francia, cada año visitamos las principales ferias del sector, tanto nacionales como internacionales. Llegados al 2024, somos la tercera generación en dar continuidad a este pequeño gran proyecto industrial que nos une familiarmente. Tres primos hemos sido capaces de continuar con la herencia legada en vida por nuestros padres y abuelos, aplicando la misma filosofía y defendiendo los mismos valores que ellos nos inculcaron. Presumimos de tener un capital humano excepcional, porque así lo pensamos y porque nos lo han demostrado (aún hay personas que todavía no se han jubilado, y siguen con nosotros) Cada época ha marcado un hito en nuestra historia, por eso pese a la actual coyuntura de aplicar nuevas normativas nacionales y europeas, obligaciones medioambientales o creación y desarrollo de proyectos en torno a la economía circular de nuestros clientes, desde SPG damos ese valor añadido a nuestros productos y servicios porque conocemos muy bien nuestro sector. Un envase del siglo XXI debe cumplir unos requisitos exigentes para que los clientes finales puedan consumirlos con totales garantías. Apostar para crecer, para ser mejores personas, para tener más conocimientos, para descubrir e investigar, para analizar, para continuar transitando este camino empresarial que, aunque lleno de incertidumbres, siempre ha hecho que nos sintamos satisfechos y orgullosos.