Los vinos españoles se han consolidado, junto con los franceses, como líderes de ventas en las plataformas de comercio electrónico de China. Así concluye un estudio elaborado por Entrii Analytics, una empresa emergente cuya actividad se centra en analizar datos de diferentes productos en mercados y países.
El informe señala que el mercado online de vino en China presenta una gran diversidad, con productos de 29 países distintos. España y Francia encabezan la presencia de marcas, seguidos por Italia, Chile y Australia.
Para llevar a cabo la investigación, se han tenido en cuenta 317 marcas españolas, entre las que se encuentran Bodegas Torre Oria, Freixenet, Osborne y Familia Torres, entre otras, y se ha examinado su impacto en un total de 10 plataformas del país asiático, como TMALL, JD o Suning, que son para consumo interno (operan solo en China).
Otro dato que refleja el estudio es que el vino tinto domina el mercado. Esta variedad constituye el 70% de la oferta en las plataformas de comercio electrónico, seguido por los vinos espumosos con un 11% y los vinos dulces con un 9%.
En enero, el mes anterior al Año Nuevo Chino –que se celebró el 10 de febrero–, se dispararon las ventas en el país asiático, según cuenta Rodrigo Fabeiro, CEO de Entrii Analytics. En esta época, los vinos triunfan en las comidas y cenas, y se incluyen en las tradicionales cestas de empresa.
Es el mes de máxima demanda, en el que, según los datos que maneja Entrii Analytics, se vendió una cantidad de botellas de vino tinto por un valor de 60 millones de yuanes y espumoso por 40 millones de yuanes, lo que supone un total de unos 100 millones de yuanes, que equivalen a 13 millones de euros.
Las ventas de vino tinto francés superaron al español el pasado mes de enero, mientras que con el espumoso sucedió al revés. Las marcas del país galo que más éxito tienen en estas plataformas son Cité de Carcassonne, Le Mont Moelleux Première Trie y Château Mouton Cadet, entre otras.
En 2022, y durante los meses previos al Año Nuevo, la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) lanzó una campaña en China con la finalidad de reforzar la visibilidad de los vinos españoles.
Para ello, se contó con la colaboración de líderes de opinión del país asiático, que compartieron en sus canales (redes sociales o medios de comunicación) artículos sobre la calidad de los vinos españoles poniendo el foco en la diversidad de variedades, suelos, clima, Denominaciones de Origen y proyección internacional.
La presentación y el empaquetado de estos productos son cruciales, especialmente en un mercado orientado visualmente como el chino. Las botellas bien diseñadas y estéticamente atractivas tienen mayores posibilidades de captar la atención de los consumidores en las plataformas de comercio electrónico, donde la decisión de compra puede ser altamente influenciada por la imagen del producto.
El formato de botella de 750 ml es el predominante para vinos tintos españoles. Este tamaño es ideal para eventos sociales y familiares, alineándose perfectamente con las prácticas de consumo en China, tal y como se desprende del informe de Entrii.
En cuanto a los vinos dulces españoles, el formato más popular en el comercio electrónico es el de 375 ml, adecuado para ocasiones especiales y consumidores interesados en probar vinos sin comprometerse a una botella más grande.
Otro factor que ha impulsado las ventas españolas es la desaparición de vinos australianos –Australia era el principal proveedor–, a raíz de los aranceles de hasta más de un 200% impuestos por China en 2021, que ha beneficiado también al resto de países.
Una serie de tensiones diplomáticas y comerciales –acusaciones de dumping y de espionaje, una investigación sobre el origen del covid por parte de Australia que molestó a China...– fueron las que propiciaron el conflicto comercial del vino entre ambos países, que se ha prolongado durante tres años. Esto redujo significativamente el número de exportadores australianos al mercado, de 2.198 a sólo 117.
Pero este año ha llegado la reconciliación y China ha decidido recientemente levantar los aranceles. La medida entró en vigor el 29 de marzo y se produce en un contexto de normalización de las relaciones bilaterales y comerciales entre ambos países tras años de desavenencias. Por lo que uno de los principales competidores está de vuelta y aún está por ver cómo afecta al resto de países su regreso.
A pesar de que España se mantiene como tercer proveedor de China y de que encabeza el ranking de ventas online, las importaciones al país asiático se han desplomado en comparación con otros años.
El último informe del Observatorio Español del Mercado del Vino recoge que China redujo sus importaciones de vino en 2022 un 20,6% en volumen y un 11% en valor, hasta los 337 millones de litros y los 9,693 millones de yuanes (unos 1.300 millones de euros), respecto al año anterior.
Tras alcanzar sus máximos históricos en 2017, las compras chinas enlazaron tres años pésimos (2018-2020). En 2021 se aprecia un atisbo de recuperación, pero en 2022 se registró de nuevo una fortísima caída. Desde el récord de 2017, las importaciones chinas han descendido un 55%.
