Los de Santiago Abascal suman 30.000 votos más, pero no logran evitar el "sorpasso" del PP
Vox ha conseguido resistir: cuando todo apuntaba a que iba a perder escaños, los de Santiago Abascal han conseguido derrotar a las encuestas y conservar los once escaños en el Parlament, además de sumar 30.000 votos más que en las elecciones de 2021. Con estos resultados, Abascal logra frenar toda amenaza de hemorragia de votos que se cernía sobre el partido tras el desplome de las generales de julio del año pasado, aunque no ha logrado evitar el «sorpasso» del PP en Cataluña.
Vox ha sabido rentabilizar como nadie el hastío que hay con la inmigración en una buena parte de la sociedad catalana. El Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat situó la inmigración en el «top 5» de asuntos que más iban a influir en la decisión del voto de los catalanes, muy por encima del «procés» y de la amnistía, y eso ha tratado de capitalizarlo el partido de Abascal y, a tenor de los resultados, lo ha logrado. De hecho, Vox también ha logrado frenar en seco el ascenso de Aliança Catalana, que competía por el «voto protesta» contra la inmigración, pero el partido independentista de Sílvia Orriols se ha quedado en solo dos escaños.
De hecho, en la rueda de prensa posterior a darse a conocer el balance electoral, Ignacio Garriga quiso celebrar los resultados y lo primero que subrayó fue que Vox «ha evidenciado» que ha venido a hablar de «los temas que preocupan a los catalanes» y lo primero que citó fue el «creciente islamismo» en la autonomía. Es decir, el combate del «procés» parece amortizado, más aún teniendo en cuenta los malos resultados del independentismo y todo apunta a que va a mantener un discurso duro contra la inmigración porque ahí tiene recorrido.
El propio Garriga, junto a Abascal, quisieron celebrar los resultados. «Vox se queda y Vox crece», aseveró Garriga. «Esto no ha hecho más que empezar. Pueden estar seguros a todos aquellos que han soñado con nuestra desaparición», dijo Abascal, posteriormente, en un mensaje velado a la izquierda. Pero el líder de Vox no solo hizo referencia a la izquierda, sino también se acordó del PP y cargó duramente contra los de Alberto Núñez Feijóo. De hecho, dedicó buena parte de su intervención a lanzar ataques contra el PP, que les ha «sorpassado» y les ha sacado casi 100.000 votos. En este sentido, señaló que es una «pena» que el PP haya fijado su «objetivo» en quitarles la cuarta plaza. «Nosotros estamos en otras cosas, en poner los problemas de los españoles encima de la mesa. Aspiramos a cosas más grandes; en Cataluña, en concreto, a derrotar al separatismo», señaló.
Abascal continuó dirigiéndose al PP y aseguró que es «un buen momento para recordar que hoy VOX y el PP suman en Cataluña 26 escaños y que el PP sólo llegó a tener 19». «Eso debe llevarles a una reflexión sobre la mentira que supone lo de la división del voto», señaló. «Sumamos, pero somos muy diferentes. No pensamos igual», añadió. «Esto no ha hecho más que empezar. Pueden estar seguros. La libertad de las familias para educar a sus hijos conforme a sus convicciones y en la lengua que deseen. La defensa del futuro para los jóvenes, el apoyo a la industria nacional, y la defensa de los ganaderos y agricultores frente a la Agenda 2030. Y, por supuesto, el gravísimo problema que sufrimos ligado a la inmigración ilegal», zanjó Abascal.
El partido de Abascal ha logrado oxígeno en Cataluña para encarar las elecciones europeas, un terreno propicio para un partido que trata de abanderar la lucha de los agricultores y medidas contra la inmigración, dos asuntos que van a tener mucho peso en Bruselas. Las elecciones europeas son el 9 de junio y Vox llega bastante vivo porque empezó el ciclo electoral en Galicia con un sonoro revés tras quedarse sin escaño, luego resistió en el País Vasco con una diputada por Álava cuando los pronósticos presagiaban lo peor y ahora conservan los once en Cataluña.
Vox consigue hacerse fuerte en Cataluña al conservar once escaños y al lograr representación en todas las circunscripciones: un escaño en Lleida y Girona, dos en Tarragona y siete en Barcelona. De esa manera, los de Abascal logran ir musculándose a nivel territorial en la autonomía ya que en las elecciones municipales de hace un año ya consiguieron 124 concejales en toda Cataluña (el ascenso fue contundente porque en 2019 había logrado solo tres ediles).
Asimismo, a nivel interno, Garriga logra reforzar el liderazgo dentro del partido tras convertirse en el «número dos» de Santiago Abascal después de que se produjera una fuga de figuras destacadas, como Iván Espinosa de los Monteros.
