Si las imágenes hablaran , dirían lo que está prohibido este sábado, en plena jornada de reflexión antes de que los vascos voten este domingo para elegir su nuevo Parlamento. En una comunidad autónoma de más de 7.000 kilómetros cuadrados, los candidatos del PNV, Imanol Pradales, y del PSE, Eneko Andueza, han coincidido en el mismo lugar y a la misma hora. Casualidades de la vida, un día en el que no se puede pedir el voto, los socios del actual Gobierno vasco se han saludado a la salida de un mercadillo de Portugalete (Vizcaya), al que han decidido ir a hacer algunas compras la víspera de medirse en las urnas. Ambos han lanzado el mensaje durante la campaña electoral de que, si está en sus manos, repetirán el Ejecutivo de coalición que en los últimos años ha contenido el empuje de EH Bildu . Esta vez, sin embargo, por primera vez parece en riesgo la victoria en votos y en escaños del PNV, eternizado en el País Vasco, y los 'abertzales', normalizados tras cinco años siendo aliados 'sine qua non' de Pedro Sánchez en Madrid, toman posiciones para intentar obtener la victoria. En el Parlamento vasco, la elección del lendakari, al contrario de lo que sucede en el Congreso, es a prueba de bloqueos. En primera votación se exige mayoría absoluta, pero después, y solo después, basta con que un candidato obtenga más apoyos que otro. No se puede votar en contra, sino a favor o abstención. En otras palabras, aunque Bildu gane y el PNV y el PSE no alcancen la mayoría absoluta, fijada en 38 escaños, podrían elegir el lendakari siempre que sumen más votos juntos que los 'abertzales'. Algo, esto último, que se da por descontado salvo cataclismo. Noticia Relacionada reportaje Si La resistencia cívica ante el ascenso de Bildu Rebeca Argudo ABC reúne en San Sebastián a miembros de Basta Ya, el movimiento cívico desde el que plantaron cara a ETA y su entorno cómplice. Hoy reflexionan juntos en vísperas de unos comicios con los proetarras de favoritos por primera vez De ahí, quizá, la coincidencia de esta mañana. Ese saludo oportunamente fotografiado por los medios de comunicación que envía un mensaje implícito: una imagen que Pradales y Andueza, PNV y PSE, quieren repetir los próximos cuatro años. No obstante, la complicada gobernabilidad nacional, donde Sánchez los necesita a ambos, puede reorientar la política de pactos —Andueza, como otrora Sánchez, no ha parado de renegar de Bildu en la campaña— en el caso de que la victoria de los 'abertzales' fuese holgada y que para garantizar la gobernabilidad del País Vasco, los actuales socios del Gobierno autonómico necesitasen también al PP. Mientras Pradales y Andueza visitaban el mercadillo de Portugalete, Pello Otxandiano, el candidato de Bildu, que en las postrimerías de la campaña se ha negado a llamar a ETA por su nombre, terrorista, paseaba por el monte de Ochandiano (Vizcaya). Javier de Andrés (PP) iba a pasar la jornada de reflexión con su familia y con voluntarios de su partido; Alba García (Sumar), a visitar las afueras de Bilbao; Miren Gorrotxategi (Podemos), a cantar con su coro en Durango (Vizcaya) y Amaia Martínez (Vox), a comer por Álava con afiliados y amistades, según informa Servimedia.