A principios de esta semana, Crosetto acusó al grupo Wagner de expulsar inmigrantes de África, especialmente de Libia, en represalia por el apoyo de Roma a Ucrania.
El grupo de mercenarios rusos Wagner ofrece una recompensa de 15 millones de dólares (unos 14,2 millones de euros) por la captura o eliminación del ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto.Los agentes de inteligencia de Italia descubrieron la recompensa la semana pasada, antes de que el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, lanzara fuertes insultos a Crosetto por sus palabras sobre los mercenarios rusos en África y la estabilidad. Esa es solo la última de una larga lista de figuras rusas que ofenden a Crosetto, así como a otros funcionarios italianos.
La lista incluye a Dmitry Medvedev, ex presidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad, quien llamó al ministro Crosetto "tonto raro" y cuyos arrebatos contra la "desagradecida" Italia son, según la comunidad de inteligencia italiana, el origen de la recompensa.
Otros muchos políticos y portavoces del Kremlin, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov , su portavoz, Maria Zakharova, el embajador ruso en Italia, Sergey Razov, y el famoso propagandista Vladimir Solovyov también han atacado repetidamente a las instituciones italianas.
Como señaló el diario "Il Foglio", los funcionarios de inteligencia creen que las órdenes del Kremlin pueden llevarse a cabo a través del propio Grupo Wagner. El equipo mercenario -y órgano paraestatal- tiene al menos dos células en Europa, a saber, en los Balcanes, moviéndose entre Serbia y Albania, y en el Báltico, con sede en Estonia.
Ambos cuentan con unas pocas docenas de miembros, y un grupo más pequeño podría realizar misiones en otros lugares de Europa. Los servicios de inteligencia de otros países, como Polonia o Francia, han informado de temores similares.
Este mismo periódico también ha informado que Crosetto no aumentó su equipo de seguridad a pesar de la amenaza.
A principios de esta semana, Crosetto acusó al grupo Wagner de expulsar inmigrantes de África, especialmente de Libia, en represalia por el apoyo de Roma a Ucrania.
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