La Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) decidió este lunes que será removido de su cargo el presidente del organismo, Mauricio Claver-Carone, quien había sido promovido por el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y votado por la mayoría de Estados miembro. Los gobernadores del BID son ministros de Economía, Hacienda o altos […]
Mauricio Claver-Carone (centro). Foto: BID
La Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) decidió este lunes que será removido de su cargo el presidente del organismo, Mauricio Claver-Carone, quien había sido promovido por el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y votado por la mayoría de Estados miembro.
Los gobernadores del BID son ministros de Economía, Hacienda o altos cargos de bancos centrales de 48 Estados miembro.
El organismo de desarrollo es el más grande de América Latina, y tiene que empezar ahora de nuevo con el proceso de buscar un nuevo presidente o presidenta. Por ahora, le sustituye de forma interina la vicepresidenta ejecutiva, la hondureña Reina Irene Mejía Chacón.
Claver-Carone violó las normas de ética de la institución al mantener una relación íntima no permitida por la normativa del banco, según se desprende de una investigación realizada por el bufete de abogados Davis Polk, que se ordenó después de una denuncia anónima que vino desde alguna persona de adentro de la institución.
El funcionario cubano-estadounidense siempre había negado los señalamientos en su contra y aseguró que el proceso “es arbitrario” y lo calificó de “artimaña” política.
Sigue manteniendo su inocencia y ha rebatido la veracidad del informe final, y en ningún momento deslizó que tuviese pensado renunciar por su cuenta.
“Ni yo ni ningún otro miembro del personal del BID hemos tenido la oportunidad de revisar el informe final de la investigación, responder a sus conclusiones o corregir las inexactitudes”, dijo Claver-Carone en un comunicado el martes.
Aunque muchas de las declaraciones que tomó Davis Polk, que contienen las afirmaciones más fuertes, no pudieron se corroboradas, el bufete criticó a Claver-Carone y a su jefa de personal (con quien habría mantenido la relación) por no colaborar plenamente con la investigación. Esto es considerado a su vez como una violación a las políticas y principios del banco.
Por ejemplo, el informe del bufete dice que Claver-Carone se negó a entregar su teléfono móvil que le brinda el banco para trabajar, sino que entregó un informe forense hecho por un consultor. Tampoco entregó los mensajes de su teléfono personal o de su cuenta de correo electrónico personal que intercambió con su jefa de personal.
