Sergei Lavrov afirmó este martes en una entrevista con la agencia de prensa Ria-Novosti y el canal Russia Today (RT), que “no se trata sólo de la República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk, sino también de la región de Jersón, la región de Zaporiyia y otros territorios”, aseguró Lavrov a los medios estatales en una entrevista. “Este proceso continúa, de manera consistente y persistente”, subrayó. Lavrov justificó la nueva situación explicando que Rusia no puede permitir que en la parte del territorio de Ucrania, “que controle (el presidente ucraniano Volodímir) Zelenski o quién lo reemplace”, haya armas capaces de amenazar el territorio ruso y los de la repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Las declaraciones del alto personero tuvieron lugar luego de que Rusia obtuviera en las últimas semanas sucesivas victorias y conquistas territoriales en el este de Ucrania, tomando Severodonetsk y Lisytchansk, lo que le abrió el camino para intentar avanzar hacia las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk, más al oeste. Sin embargo, continúan desarrollándose feroces combates en esta zona de Ucrania, que cuenta con recientes entregas de mejores piezas de artillería occidentales.
Algo sobre lo cual también advirtió Lavrov en sus declaraciones de hoy, al recordar a Occidente que si continúa entregando a Ucrania armas capaces de golpear a larga distancia, como los lanzacohetes múltiples estadounidenses HIMARS, los objetivos geográficos de Rusia “cambiarían aún más”. “Porque no podemos permitir que, en la parte de Ucrania controlada por Zelenski o su reemplazante, se encuentren armas que pueden amenazar directamente nuestro territorio o el de las repúblicas (separatistas) que declararon su independencia o quieren elegir su futuro solas”, expresó.
Cuánto se vaya a profundizar ese objetivo militar dependerá en gran medida del apoyo que los aliados occidentales entreguen a Ucrania, reiteró. “Así, si los países occidentales suministran armas de largo alcance a Ucrania, esos objetivos irán a más”, señaló. Las declaraciones de Lavrov se producen después que los dirigentes prorrusos de Jersón y Zaporiyia expresaran su firme decisión de organizar referéndums para unirse a Rusia.
Por su parte, en el último mes, y sobre todo gracias a los sistemas de misiles de medio alcance Himars proporcionados por Estados Unidos, las tropas ucranianas han alcanzado con más frecuencia posiciones rusas detrás de las líneas del frente de combate. Kiev también ha recibido, entre otros, complejos antitanque Javelin y 4.200 NLAW (sistema de misiles enviados por los británicos al ejército ucraniano para destruir a los carros de combate rusos de la forma más sencilla y efectiva posible, así como sistemas antiaéreos Stinger y sistemas de misiles Harpoon.
A comienzos de julio Rusia tomó bajo su control toda la provincia de Lugansk. Ahora se espera que su ofensiva se intensifique para hacerlo con todo el territorio de Donetsk y capturar las ciudades clave de esa provincia, Sloviansk y Kramatorsk. El conflicto entre las fuerzas ucranianas y los separatistas de Donetsk y Lugansk estalló hace ocho años, cuando Rusia se anexó la península de Crimea y ha costado decenas de miles de vías mucho antes del 24 de febrero, fecha en que el Kremlin dio inicio a lo que llamó “operación militar especial”.
Moscú argumenta que la región, junto con gran parte del este de Ucrania, está poblada por ruso parlantes que deben ser protegidos del ultra nacionalismo ucraniano y de la nazificación de sus fuerzas armadas. Por otra parte, sin embargo, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha dicho que Rusia no tiene planes de ocupar territorios de Ucrania de forma permanente.
