Sin agua corriente, con las calles sin asfaltar y pinchando la luz de donde alcanza, los 150 habitantes del asentamiento de chabolas de la ‘Localidad 17 de junio’ en el municipio de
Nezahualcóyotl, sobreviven diariamente de las chatarras que recogen, de la venta callejera de comida hecha en casa o de las ferias ambulantes. En esa extensa alfombra de refugios autoconstruidos al este de
Ciudad de México, más allá del aeropuerto, conocidas por ‘Las casitas de las vías’, en la chabola num. 10 de las 22 que hay, vivió y creció
Sofía Ramos con su hermana
Frida y sus padres.
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