La OCDE dijo que la nueva variante de Covid podría generar más inflación y disrupciones en la cadena de suministros, en un contexto de alta incertidumbre y desequilibrios.
La nueva variante Ómicron mantiene en alerta a los mercados y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) vaticinó que podría ralentizar la vuelta a la normalidad en el mundo.
Laurence Boone, la economista jefa de la OCDE, le dijo al Financial Times que la variante Ómicron era un factor extra "en un ya alto nivel de incertidumbre y que podría ser una amenaza para la recuperación, retardando la vuelta a la normalidad o algo incluso peor".
En su informe de Perspectiva Económicas, la OCDE hizo énfasis en que, más allá de que la recuperación económica fue mejor de la esperada en 2021, también ha generado una serie de desequilibrios que podrían persistir por más tiempo.
En este sentido, según la OCDE "un despliegue de vacunas más rápido y mejor coordinado en todo el mundo" no sólo ayudaría a salvar vidas e impediría el surgimiento de nuevas variantes, sino que también ayudaría a mejorar los cuellos de botella que están generando inflación y frenaría la imposición de nuevas restricciones.
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En entrevista con Bloomberg Television, Boone destacó la necesidad de vacunar a toda la población mundial -a un costo de u$s 50 mil millones, según calculó, versus los u$s 10 billones gastados por las economías del G20 para hacer frente a la pandemia- como una herramienta clave para suavizar esos desequilibrios que complican la recuperación.
La nueva variante ya sido detectada en más de 20 países, incluidos tres países de América: Brasil, Canadá y Estados Unidos, aunque la Organización Panamericana de la Salud advirtió es probable que pronto comience a circular fuera de esos países. En Sudáfrica, Ómicron está en camino a convertirse en la variante dominante en apenas cuatro semanas, un indicio de su potencial de transmisión.
"Sabemos que es probable que las vacunas brinden algún tipo de protección", dijo la jefa científica de la Organización Mundial de la Salud, Soumya Swaminatham, tratando de llevar un poco de calma. "Todavía debemos averiguar si hay alguna pérdida de la protección, pero creemos que las vacunas seguirán protegiendo contra enfermedades severas, como lo han hecho con otras variantes".
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Los fabricantes de vacunas han pintado un escenario confuso: mientras el director de Moderna, dijo que Ómicron podría generar un "descenso significativo" en la eficacia de las vacunas, BioNTech dijo que los vacunados con esquema completo probablemente tendrían una alta protección contra los cuadros graves. Por ahora, la mayoría están haciendo pruebas de estrés sobre sus inyecciones.
La variante tiene más de 50 mutaciones, unas 32 solamente en la proteína spike que le permite al virus adherirse a las células sanas. Los datos de Sudáfrica, donde se identificó por primera vez, sugieren que la nueva variante puede evadir en parte la inmunidad, pero que las vacunas deberían ser suficientes para prevenir hospitalizaciones y muertes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que ya era tiempo que el bloque debatiera la vacunación obligatoria.
"Creo que es comprensible y apropiado liderar esta discusión ahora: cómo podemos alentar y potencialmente pensar en la vacunación obligatoria dentro de la Unión Europea", dijo von der Leyen y agregó: "Esto necesita un enfoque común. Pero es una discusión que creo que hay que liderar".
"Si miramos los números, ahora tenemos el 77% de los adultos de la Unión Europea vacunados o, si tomamos toda la población, es el 66%. Eso significa que un tercio de la población europea no está vacunada. Son 150 millones de personas. Esto es mucho, y no todos pueden ser vacunados -los niños, por ejemplo, o las personas con condiciones médicas especiales- pero la gran mayoría podría y por lo tanto, creo que es comprensible y apropiado dirigir esta discusión ahora", le dijo von der Leyen a periodistas.
Países como Francia o Italia ya ordenaron la vacunación obligatoria para el personal de salud y otros trabajadores esenciales, aunque no está extendida a la población en general. El secretario de Salud británico, Sajid Javid, también dejó trascender que los trabajadores del sistema sanitario podrían verse forzados a vacunarse a partir del próximo abril.
El próximo canciller de Alemania, Olaf Scholz, está a favor de hacer obligatoria la vacuna -los vacunados con dos dosis no llegan al 70% de la población, y la campaña alemana está rezagada frente a la de países como Portugal, España, Italia o Irlanda-, algo que podría comenzar en febrero, previa aprobación del Parlamento.
Su vecino Austria, actualmente en cuarentena por el aumento de contagios, también podría tener la vacunación obligatoria para febrero.
Grecia, por su parte, ordenó multas mensuales de 100 euros (u$s 113) a los mayores de 60 años que se niegan a vacunarse, alrededor de unas 520.000 personas. Las sanciones comenzarán a correr a partir del 16 de enero.
