Joan Laporta tuvo que disculparse a principios de semana con Ronald Koeman. El presidente había desvelado en un encuentro informal con la prensa afín a club catalán la intención de renovar al holandés siempre que cumpliera una serie de premisas: que ganara títulos (la Copa no cuenta), que jugara fiel al estilo impuesto por Johan Cruyff y que le diera protagonismo a Umtiti y Riqui Puig. No le sentó nada bien esta información al entrenador, que no tolera injerencias en la parcela deportiva y que ya se sintió ninguneado cuando el pasado verano el propio Laporta le comunicó que le estaban buscando un sustituto y que la única vía para que continuara sentado en el banquillo era que o encontraran. «Salieron cosas que me molestaron porque no demostraban apoyo al entrenador», soltó Koeman al Algemeen Dagblad, visiblemente molesto por las palabras de Laporta a pesar de las disculpas del mandatario.
«Hace dos semanas tuvimos unas conversación sobre un nuevo contrato. Nada de esa conversación salió en la prensa hasta que el presidente lo comentó con ciertos periodistas la semana pasada sobre la situación que atravesaba el club, las finanzas y más cosas. Al día siguiente, los medios decían que Koeman podía firmar un nuevo contrato si cumplía tres condiciones. Yo pensaba que esto no podía estar pasando», desvela el técnico en el medio neerlandés. Durante la presentación de Luuk de Jong, Laporta se justificó, aunque no se desdijo sobre los condicionantes que le ha impuesto a Koeman para seguir vinculado al club catalán la próxima temporada. «Cada uno tiene una forma de relacionarse, yo me relaciono de forma directa y clara. Koeman tiene todo mi apoyo. Y mi respeto. Si me he excedido es porque me gusta hablar de fútbol. Soy futbolero y puedo comentar algún aspecto. Y aquí Ronald sabe que tiene mi apoyo, y si me he excedido me intentaré controlar sin renunciar a mi forma de entender cómo debe jugar el Barcelona. Pero él conoce el club y está ilusionado y motivado. Ronald vislumbra que todo irá mejorando. Yo estoy cómodo con Ronald Koeman y estoy seguro de que todo irá bien», explicó el presidente tras las palabras del entrenador en las que exigía tener todo el poder del vestuario y asegurar que no aceptaría que le impongan la alineación.
«El lunes pasado dijo en un programa de televisión que hay confianza en mí. Eso ha sido bueno. Antes de eso, hubo dos momentos en los que salieron cosas que no indicaban apoyo para el entrenador. Eso me molestó», insistía Koeman en Holanda. Y quiso dejar muy claro que no aceptará que nadie le imponga quién tiene que jugar, desechando el intervencionismo del presidente, que abogaba por dar más presencia a Umtiti y Riqui Puig: «Yo soy quien tiene que decidir quién juega», zanjó Koeman.