El color rojo se volvió a colar ayer en todos los partes del tiempo. La alerta sanitaria por calor alto y extremo continuó activa en gran parte de la provincia -a excepción de solo 16 municipios- y las temperaturas llegaron prácticamente a alcanzar los 45 grados en algunos enclaves de la Vega Baja. El bochorno fue más que notable, sobre todo en las horas centrales del día, en las que darse un chapuzón en la playa era una de las elecciones más comunes de la lista; en las localidades del interior, la orilla se llegó a sustituir por la fuente de la plaza. Las temperaturas dan partir de hoy una tregua y a partir de mañana el 40 no volverá a ser un número común en el termómetro. Al menos durante los próximos días.