La residencia Pla de Martís de Esponellà (Gerona) sufre un brote de coronavirus en el que casi la mitad de los trabajadores del centro no estaban vacunados por decisión propia. Esta semana ha fallecido una mujer de avanzada edad, que sufría patologías previas. La enfermedad ha afectado a cinco trabajadores sin vacunar y a 17 residentes. En la residencia viven un total de 50 ancianos, 46 de los cuales ya tenían la pauta completa de la vacuna desde el mes de febrero.
A la par, el centro Zolio Feliu de la Bisbal de l’Empordà también sufre un brote que ha provocado dos fallecimientos y ha afectado a 33 de los 55 residentes del centro, según la Consejería de Salud Pública de Cataluña.
Cataluña permite el acceso de familiares a las residencias desde hace semanas, estén o no vacunados. Según la plataforma coordinadora de familiares en residencias 5+1, el 20% del personal ha elegido no vacunarse. La Asociación del Defensor del Paciente ya ha presentado una petición de investigación ante la Fiscalía.
A pesar de que la consejería sigue de cerca los brotes, la preocupación de los familiares por la exposición de los ancianos al coronavirus aumenta y vuelven a ver los geriátricos como un lugar poco seguro.
