El doloroso ajuste económico ocurre tras un desplome de la economía de la isla de 11% en 2020, la peor caída en 27 años, provocado por el duro golpe que ha recibido la industria turística por la pandemia del coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump.
El 1° de enero dio inicio una reestructuración económica en Cuba, que abarca desde la eliminación de una de las dos monedas circulantes hasta el aumento de salarios e incremento de precios.
El temor a que se encarezca aún más el costo de la vida es la principal preocupación de los cubanos.
“Bueno, hay que ver los pagos que hay que hacer. El pago de la electricidad, los medicamentos, que van a subir de precio también. Lo que le preocupa a un joven es la vida social, porque uno lo que quiere es salir a divertirse y disfrutar de algunas cosas y el salario no alcanza para eso”, explica a RFI el joven habanero Erick Lavandera.
Por otra parte, el 1° de enero se hizo oficial la nueva tasa de cambio, 24 Pesos Cubanos por un dólar. La medida busca impactar en el sector empresarial? que hasta hace unas horas operaba con una distorsión de un peso cubano igual a un dólar.
La población sin embargo, mantiene dudas sobre el poder real de compra de la nueva moneda, pues los bienes fundamentales como alimentos, aseo y equipos electrónicos solo están disponibles en tiendas creadas por el propio gobierno, que vende en divisas extranjeras como el euro y dólares estadounidenses. Son monedas que no se venden en el país y que sólo se pueden obtener mediante familiares en el exterior.
“Lo que pienso es que poco a poco nosotros vamos rumbo al capitalismo porque al final de la jornada yo estoy seguro que dentro de poco la gente va a ir a las cafeterías a comprar pan y refrescos con dólares americanos. Es lo que se va a ver ahorita”, estima el estudiante Christian Araujo.
Con un escenario de dolarización parcial, Cuba intentará poner orden en su economía sui géneris en un momento de crisis financiera y sanitaria global.
La unificación de la moneda consiste en la eliminación gradual en un plazo de seis meses del peso convertible (cuc, con paridad actual de uno por dólar) creado en Cuba hace 26 años.
El peso cubano (cup), hasta ahora utilizado por el Estado para pagar salarios y cobrar los servicios básicos, será la moneda que seguirá estando vigente y tendrá un valor de 24 por dólar.
En términos reales implicará una devaluación de la moneda cubana de 1 a 24 pesos por dólar, admitió el funcionario que advirtió que tendrá un fuerte efecto en las importaciones, especialmente del combustible para la generación de electricidad.
El doloroso ajuste económico ocurre tras un desplome de la economía de la isla de 11% en 2020, la peor caída en 27 años, provocado por el duro golpe que ha recibido la industria turística por la pandemia del coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump.
