La deuda pública, que creció en 16.315 millones de euros durante el primer trimestre del año y se sitúa en el 98,8% del PIB, se consolida como la principal amenaza de la economía española. En un 2018 en el que se mantienen vigentes los mecanismos de financiación de las comunidades autónomas; y en el que el Tesoro va a tener que captar más de 15.000 millones para pagar las pensiones, el pasivo puede reflejar su mayor aumento desde 2014, acercándose a los 1,2 billones de euros y complicando enormemente su refinanciación a medio plazo.