La eléctrica estatal de Puerto Rico no alcanzó la meta del Gobierno de contar con un 80 % de generación para finales de noviembre, un varapalo para el plan del Ejecutivo de San Juan de poner en marcha la economía de la isla tras el huracán María.
El director ejecutivo interino de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Justo González, atribuyó hoy el no llegar a la meta marcada por el gobernador, Ricardo Rosselló, a causas fortuitas y motivos fuera del control de la corporación estatal.
Las palabras de González llegan un día después de que terminara el mes de noviembre, cuando se debería haber alcanzado un 80 % de generación de electricidad, mientras que la información oficial que provee la AEE es que actualmente el porcentaje se sitúa en el 65,6 %.
Rosselló había marcado ese porcentaje para el final de noviembre y otro para que a mediados del presente mes se alcanzara el 95 % de generación como garantía de que el territorio caribeño pueda tomar la senda de la recuperación económica, imposible si no se cuenta con servicio eléctrico que garantice la normal marcha de la actividad empresarial.
González no se ha atrevido a dar una fecha de recuperación de la totalidad del servicio y ha insistido en las condiciones meteorológicas como factor determinante que ha limitado alcanzar unos objetivos impuesto por el jefe del Ejecutivo, muy ambiciosos dada la total destrucción de la infraestructura de la AEE tras el paso de María el 20 de septiembre.
Más de dos meses después la situación es muy desigual, ya que si bien en amplias zonas del área metropolitana de San Juan ya se recuperó el servicio, en los municipios del interior y zonas de montaña se espera todavía con ansiedad la llegada de la electricidad como única forma de que se normalice la vida diaria y la economía pueda echar hacia delante.
La situación de la AEE tampoco ha ayudado, ya que antes de la llegada del huracán la empresa pública se enfrentaba a una crítica situación financiera debido a la imposibilidad de pagar su millonaria deuda a los acreedores.
Los problemas de liquidez forzaron, según analistas financieros, a una desinversión en áreas básicas de la empresa que terminaron por pasar factura con la llegada de los huracanes, en especial María, que tumbó miles de postes del tendido eléctrico.
La forma en que se gestionó la concesión de contratos para levantar la infraestructura de la compañía eléctrica se convirtió demás en foco de polémica.
El contrato firmado por decenas de millones de dólares entre la AEE y Whitefish Energy, una empresa con solo dos empleados fijos y que hasta el momento apenas había conseguido un acuerdo de poco más de un millón de dólares durante su trayectoria, llevó al Congreso de EEUU y la Casa Blanca a cuestionar la manera de gestionar la crisis por parte del Ejecutivo de San Juan.
La polémica se zanjó con la dimisión del hasta entonces primer directivo de la AEE, Ricardo Ramos. La AEE anunció hoy que el experto en energía y reestructuración Todd Filsinger se desempeñará como su principal asesor financiero para liderar la corporación pública a través de su proceso de reestructuración.
Filsinger tendrá amplia discreción y responsabilidad sobre los aspectos financieros de las operaciones de la agencia y liderará la reestructuración operacional y la transformación de la empresa de servicio público.
También tendrá a cargo la implantación de cualquier plan de transformación aprobado o plan fiscal certificado, abordar problemas relacionados con financiación federal, el cumplimiento, las subvenciones y los reembolsos, comunicarse con el Gobierno de Puerto Rico y el Consejo de Administración y Supervisión Financiera.
