El centrocampista belga del Bnei Sakhnin, club israelí, Stéphane Omeonga ha denunciado a través de sus redes sociales la detención violenta que sufrió por parte de la policía italiana el día de Navidad mientras volaba entre Roma y Tel Aviv. Dice que fue víctima del racismo y brutalidad policial y que ha recibido el apoyo de muchos jugadores belgas.
Stéphane Omeonga, centrocampista belga que juega en el club israelí Bnei Sakhnin, fue arrestado por la policía italiana el día de Navidad mientras volaba entre Roma y Tel Aviv. Una situación que denuncia en un post de Instagram explicando su versión de los hechos, acompañado de un vídeo donde podemos ver la primera parte de su detención en el avión.
En el vídeo publicado se puede ver a un policía italiano esposándolo mientras Omeonga intenta explicarse. Explica que es futbolista y ciudadano belga. No lo suficiente para calmar la situación. Luego, el jugador fue obligado a salir del avión, frente a los sorprendidos pasajeros, algunos de los cuales filmaron la escena. “¿Qué estás haciendo, estás loco?”, pregunta mientras lo agarran del cuello.
"El 25 de diciembre fui víctima de la brutalidad policial. En un vuelo de Roma a Tel Aviv, después de subir al avión y ocupar mi asiento, una azafata se me acercó por un supuesto problema con mis documentos y me pidió que abandonara el avión. Confiado en la validez de mis documentos, le pregunté con calma qué tipo de problema era”, recuerda.
"Llamaron a la policía, me esposaron y me obligaron a abandonar el avión. Una vez fuera del avión, lejos de los ojos de los testigos, los policías me arrojaron violentamente al suelo, me golpearon y uno de ellos me presionó la cabeza con la rodilla. Luego me llevaron al aeropuerto en un vehículo policial, esposado como un delincuente. Llegó una ambulancia, pero estaba en shock y no pude responder a las preguntas. Poco después escuché en la radio del coche de la policía que había rechazado la atención médica, que todo estaba bien, les pedí que me llevaran en la ambulancia con ellos por temor a lo que la policía pudiera hacerme".
"Luego me colocaron en una habitación gris, sin comida ni agua, y me dejaron en un estado de total humillación durante varias horas. Después de mi liberación, supe que un oficial de policía había presentado una denuncia contra mí por las lesiones que presuntamente causé durante el arresto, incluso estando esposado. Además, hasta la fecha no he recibido ninguna justificación para mi arresto", añade.
"Como ser humano y como padre, no puedo tolerar ninguna forma de discriminación. Esta detención es sólo la punta del iceberg. Muchas personas que se parecen a mí no pueden encontrar trabajo, no tienen acceso a una vivienda o no pueden practicar los deportes que practican. aman simplemente porque son negros. Debemos unirnos y alzar la voz para educar a las personas que nos rodean (nuestros colegas, vecinos y amigos) sobre este tema que aflige a nuestra sociedad y obstaculiza su avance", concluyó.