Suena a castigo un tanto excesivo hasta que el juez que ha dictado la sentencia explica el contexto de la misma. De forma rápida y resumida se podría decir que con su decisión intenta cortar de raíz los incidentes violentos que se producen cada vez que se disputa uno de los derbis más calientes del planeta fútbol, el que juegan los dos grandes clubes escoceses de la ciudad de Glasgow: Celtic y Rangers. Resulta que el próximo domingo, 15 de diciembre, ambos equipos se volverán a enfrentar. Y lo harán en una final, la de la Copa de la Liga de Escocia . Tom Hughes , titular de uno de los juzgados del Tribunal de Glasgow , lo sabe y este viernes ha enviado un aviso contundente en forma de sentencia. Así, Alistair Mackay (53 años), aficionado del Celtic, ha sido condenado a dos años de cárcel por arrancarle un trozo de oreja de un mordisco a Steven Brown , un jubilado de 67 años. Además, tiene prohibida la entrada a un campo de fútbol durante los próximos cinco años. El violento ataque tuvo lugar hace más de un año, 3 de septiembre de 2023, justo después de un 'Old Firm' (así se denomina al derbi escocés) de Liga. Aquel día los católicos (Celtic) ganaron 0-1 a los protestantes (Rangers) y Mackay, que había visto el partido en un pub, protagonizó un altercado violento. Según publica 'The Sun', Tom Hughes describió la escena como «una combinación letal de consumo de alcohol y caos en el centro de la ciudad». Y añadió: «Debe quedar muy claro para la gente sensata que esto es total y absolutamente inaceptable y no debe tolerarse en esta ciudad». A continuación envió un mensaje rotundo al acusado y, de paso, a todos los aficionados violentos: «Soy consciente de que este fin de semana habrá otro partido donde puede haber personas perjudicadas, lo que causará problemas a gente como tú que tenga que presentarse ante un juez para recibir una sentencia grave . ¿Por qué? Por un partido de fútbol». Antes, el tribunal había escuchado el relato de los hechos acaecidos: tras ver el partido bebiendo en un pub, Mackay y dos amigos caminaban hacia la estación central de trenes de Glasgow cuando en enzarzaron en una pelea con un joven que vestía una camiseta del Rangers . Brown, que también pasaba por allí con un acompañante, presenció el altercado, quiso detener la pelea y se acercó para tratar de alejar a Mackay. Según la fiscal Jenny Reid, «ambos cayeron al suelo, pero el señor Brown no sintió ningún dolor ni presión en el oído en ese momento. Sin embargo, no había nadie más que Mackay lo suficientemente cerca de él como para haberle causado el daño en el oído izquierdo». Otro testigo apartó a Mackay de Brown, quien sangraba profusamente. « Parecía que le faltaba un trozo de oreja », detalló Reid. La víctima acudió inmediatamente a un hospital, donde se le detectó «pérdida de tejido de espesor total en la oreja izquierda, desde el hélix hasta el lóbulo». Tras curarle la herida, le dieron el alta al día siguiente. Mientras tanto, Mackay y sus amigos siguieron andando hacia la estación. Según el relato de la fiscal, «de camino, cuando pasó por el pub Grant Arms, tenía en su mano derecha un trozo de la oreja del señor Brown ». La agresión fue noticia en los medios de comunicación locales, hasta que pasado un mes Mackay decidió entregarse. Posteriormente, se declaró culpable de una agresión que le produjo lesiones graves y desfiguración permanente al señor Brown.
