Italia está en la cima del tenis mundial. Si el miércoles la selección femenina ganó la Billie Jean King Cup, liderada por Paolini, el domingo conquistó la Copa Davis, un doblete que sólo habían logrado cuatro países: Estados Unidos (1963, 1969, 1978, 1979, 1981, 1982 y 1990), Australia (1964, 1965 y 1973), República Checa (2012) y Rusia (2021).
En la competición de hombres, se cumplieron las previsiones y los transalpinos arrasaron a Países Bajos, la gran sorpresa, el verdugo de España y el equipo que puso fin en Málaga a la espectacular carrera de Rafa Nadal. En la final, no hizo falta llegar al dobles porque Berrettini venció a Van de Zandschulp (6-4 y 6-2) y Sinner completó el trabajo ante un peleón Griekspoor (7-6 [7/2] y 6-2). Estos dos tenistas han ganado los seis puntos de Italia esta semana, que sólo vio peligrar el título en cuartos contra Argentina, cuando Cerúndolo venció a Musetti. Sinner empató la eliminatoria y él y Berrettini se llevaron el dobles. Esa actuación le sirvió a Berrettini para jugar los individuales de las otras dos rondas, y no fallar, en lo que puede ser un punto de inflexión para volver al «top 10», pues nivel tiene para ello. Entrenado este curso por Francis Roig, uno de los técnicos que ha dirigido gran parte de la carrera de Nadal, empezó la temporada el 92 del mundo después de pelear contra las lesiones largo tiempo, llegó a ser el 154 en marzo y ha terminado el 35. En Málaga se le ha visto en su salsa, crecido en el ambientazo que había y mostrando su espectacular derecha, su revés cortado... Contra Van de Zandschulp dejó un buen puñado de tiros de pura magia.
Cumplido ese trabajo, parecía cantado que el campeón iba a ser Italia, pues Jannik Sinner está en estos momentos a otro nivel.
Precisamente en la Davis de 2023 dio el paso que le faltaba. El pelirrojo era ya un jugador extraordinario, pero en el último tramo de la pasada temporada encajaron todas las piezas y su remontada ante Djokovic en la final de la Davis fue el momento en el que comenzó su reinado. Lo hizo, además, levantando tres pelotas de partido contra el serbio, pues perdía 4-5 y 0-40 en el tercer set, pero acabó ganando por 6-2, 2-6 y 7-5.
Desde ahí, el de San Cándido ha ido conquistando terreno desconocido: un mes después, en enero, levantó su primer Grand Slam, el Open de Australia; en junio alcanzó el número uno del mundo que ha mantenido y en septiembre hizo doblete en «Grandes» al sumar el US Open. Sólo Carlos Alcaraz le ha plantado cara, venciéndolo en sus tres cara a cara de 2024 (semifinales de Indian Wells y Roland Garros y final de Pekín; el total de derrotas de Jannik en el año son seis), pero al español le ha faltado la regularidad que le ha sobrado al italiano, al menos cuartofinalista en cada presencia: ha triunfado en nueve de los 16 torneos en los que ha estado, (incluida esta Davis), ha llegado a una final, tres cuartos y tres semifinales. Griekspoor no pudo cortar la racha de Sinner, que acaba el curso con 24 sets ganados de forma consecutiva. Su único borrón ha sido el positivo por dopaje, pendiente de resolución tras acudir la AMA al TAS.