A primera hora de la tarde las condiciones eran prometedoras, pero los meteorólogos esperaban una disminución lenta del viento de levante que, lamentablemente, se produjo más rápido de lo previsto. Con la mirada de su majestad el Rey Felipe VI a bordo del portaaviones español «Juan Carlos I», la tercera prueba de la serie a siete puntos comenzó puntual, con parches de presión repartidos por el campo de regatas de hasta 11 nudos y una intensidad media de entre 8 y 9 nudos. Con una ventaja de dos puntos en el marcador de la primera jornada, los Defenders Emirates Team New Zealand no estaban dispuestos a desaprovechar ninguna oportunidad y, mientras ambos barcos daban vueltas en los primeros compases de la presalida, Peter Burling y Nathan Outteridge, los timoneles neozelandeses, obtuvieron una ventaja gracias a una penalización. El INEOS Britannia había entrado en el cajón amurado a babor antes de ejecutar una maniobra característica: dirigirse hacia arriba después de cruzar la proa del barco kiwi que se aproximaba y virar por encima de la línea de salida para intentar alcanzar la popa de su rival. Sin embargo, cuando los británicos descendían por debajo de la línea a babor, se han topado con el Emirates Team New Zealand, que venía directamente hacia ellos por estribor y con derecho de paso. A medida que la distancia entre los barcos se estrechaba, el INEOS Britannia debía mantenerse separado, pero ha tardado en hacerlo y los barcos se han acercado tanto que sus foils se han solapado. Ambos barcos han protestado y, momentos después, el umpire principal, Richard Slater, ha penalizado al equipo británico con 75 metros. A pesar de cumplir rápidamente la penalización al ceder la distancia necesaria tras la salida, los timoneles del INEOS Britannia, Sir Ben Ainslie y Dylan Fletcher, sabían, incluso en esa fase inicial, que sería una prueba difícil de remontar. Por mucho que lo intentaran, los británicos se han topado con la firme determinación de la tripulación del Emirates Team New Zealand, que no ha permitido a sus rivales ninguna escapatoria posible mientras se cubrían tenazmente a lo largo de las tres vueltas de la prueba, de 27 minutos de duración. Los kiwis han ganado terreno en cada tramo, aprovechando a la perfección la presión del viento en un complicado campo de regatas orientado al este, en el que las rachas de viento iban y venían indefinidamente. A medida que avanzaba la prueba y el viento caía hasta los siete nudos, el delicado control de vuelo de Emirates Team New Zealand y su velocidad superior en las viradas y trasluchadas les ha permitido ampliar su ventaja hasta los 52 segundos. El INEOS Britannia puede estar satisfecho con las velocidades similares en línea recta entre ambos barcos, pero los kiwis tienen buen ritmo en las maniobras y un estilo impecable en todo el recorrido. Emirates Team New Zealand ha logrado un 3-0 en esta serie con toda la seguridad de un equipo campeón en lo más alto del deporte de la vela. Como Defensores de la Louis Vuitton 37ª Copa América, han sido prácticamente infalibles en lo que va de Louis Vuitton Cup. Para el INEOS Britannia, la magnitud de la misión que tienen por delante es evidente, por lo que tendrán que rehacerse rápidamente y quizás esperar que las condiciones cambien a lo largo de la semana. Lamentablemente para los miles de espectadores de Barcelona que abarrotaban el Race Village y las cercanas Fanzones de acceso gratuito de la Plaça del Mar y la playa del Bogatell, así como para los aficionados a la regata de todo el mundo que seguían la retransmisión mundial, la cuarta prueba de la serie ha tenido que aplazarse a mañana, lunes 14 de octubre, después de que el viento desapareciera tal y como se había pronosticado.
