Alba García amplió el éxito español en los Juegos Paralímpicos de París tras conseguir la medalla de bronce en el salto de longitud para atletas con discapacidad visual. La madrileña de solo 22 años apuntó con certeza en su primer salto para firmar una marca de 4,76 metros, justo antes de que la lluvia hiciese acto de presencia en el Stade de France y complicase la jornada de atletismo. Esa cifra le permitió pasar el corte y acabar en el podio, pues sus siguientes intentos, como los de sus rivales, fueron más bajos de lo esperado debido a que la humedad de la pista impedía coger más velocidad. La uzbeka Asila Mirzayoroba y la china Guohua Zhou se hicieron con el oro y la plata respectivamente. García no solo ha conseguido la cuarta medalla para la delegación española en París 2024, sino que ha conquistado su primer metal paralímpico tras quedar séptima en Tokio 2020 en la prueba de los 200 metros lisos. Ver a la de Alcalá de Henares en el podio del salto de longitud era muy probable, pues se clasificó para estos Juegos hace unos meses con la segunda mejor marca del mundo (5,02 metros). La atleta nació con una alta discapacidad visual debido a que sus dos padres tiene los genes que pueden provocar este tipo de problemas. Sin embargo, siempre ha sido una enamorada del deporte y, además de tener una sólida y prometedora carrera, también ha cursado un grado de fisioterapia en la universidad de Alcalá.