La selección española de fútbol femenino estaba a punto de despedirse del bronce olímpico tras un mal partido ante Alemania . Las teutonas se habían adelantado con un tanto de Giulia Gwinn desde los once metros pero, en el minuto 96, un rayo de esperanza apareció en Lyon. La centrocampista Minge derribó en su área a Lucía García y la colegiada mejicana García Mendoza no dudó en señalar penalti. Rápidamente, Mariona Caldentey amarró el balón. Un gesto habitual, pues la delantera es la encargada de asumir ese tipo de lanzamientos tanto en la selección como en el Barcelona. Sin embargo, en un santiamén, era Alexia Putellas la que tenía el esférico en su poder. La centrocampista ha tenido un torneo con menos protagonismo de lo habitual y ser la heroína que forzara la prórroga por el bronce parecía una recompensa muy jugosa. El resultado ya es conocido. Putellas falló el penalti, bien detenido por la alemana Berger , y España cerró su participación en París 2024 sin ninguna medalla. Un resultado decepcionante ya que era la gran favorita para el oro tras proclamarse campeona del mundo el pasado verano. Lo cierto es que el equipo ha estado por debajo de su nivel durante todos los Juegos y su derrota ante Brasil en las semifinales por 4-2 evidenció que algo no funcionaba como era debido. En cualquier caso, la decisión estaba tomada de antemano. Como aseguró la propia Putellas ya finalizado el encuentro, el jueves practicó varios penaltis y la seleccionadora Montse Tomé le dijo que sería ella la lanzadora en caso de que surgiera la oportunidad. «A veces te tienen que dar una hostia para tener que levantarte con más fuerza». «Volveremos más fuertes. Somos autocríticas y en este campeonato no hemos estado bien. Se asimila, duele y creo que este torneo nos da una lección», aseguró Aitana Bonmatí tras el duelo.
