Calor y buenas condiciones en el Golf National en la apertura del torneo masculino de golf, que dejó al japonés Hideki Matsuyama como primer líder después de completar una ronda inmaculada de 63 golpes, ocho bajo par. Nadie pudo seguir el ritmo del asiático, cuarto en Tokio hace cuatro años y ganador del Masters de Augusta en 2021. Fue de los primeros en salir de la casa club y enseguida ascendió a la primera posición. Cinco birdies en la primera vuelta y otros tres en la segunda le devolvieron allí como jefe del torneo en solitario. Tras Matsuyama se formó un numeroso grupo de perseguidores al que se unió pronto David Puig . Al joven jugador español, de estrenó en unos Juegos Olímpicos, parecía no pesarle la responsabilidad y encadenó tres birdies consecutivos en los hoyos 3, 4 y 5. Luego sumó otros dos, en el 9 y en el 11, que lo colocaron de forma momentánea en la tercera posición. Por desgracia, se fue al agua en el hoyo 13 y terminó de emborronar su tarjeta con dos fallos más en el 17 y el 18, para un total de -2. Opciones intactas, en todo caso. «Bajo par es un buen resultado, aunque con el buen arranque que he tenido me quedo un poco decepcionado. Este campo nunca es fácil, pero si vas por el sitio hay muchas opciones de birdie por el camino». A Jon Rahm le costó más entrar en calor, aunque inició su ronda con un estratosférico eagle en el hoyo 3, un par 5 que proporcionó las mayores alegrías al grueso de jugadores. Pero el de Barrika no pudo refrendar ese buen arranque y tuvo una primera parte de vuelta desigual, con dos bogeys y un birdie consecutivos que le dejaron con -1 en el tee del 10. Mejoró en los nueve hoyos de regreso, porque con él siempre se puede esperar cualquier cosa. Más entonado firmó una colosal secuencia entre los hoyos 12 y 14, con dos birdies y un nuevo eagle, el segundo de su tarjeta. En esa montaña rusa en que convirtió su recorrido tiró un doble bogey en el 16… antes de embocar otro birdie en el 17. Al final, y después de un parón de media hora en el 18 por una tormenta eléctrica terminó con un -4 que pudo ser mejor… pero también bastante peor si no fuera por su genialidad. De momento es sexto en la general. De regalo se llevó una foto con Michael Phelps, que quiso acercarse a ver la vuelta del español. «Suena bien ser olímpico, ha sido un buen resultado», resumió el de Barrika. «No he estado del todo cómodo en el campo, pero con esos dos momentos me he salvado dos o tres golpes. Una pena el bogey del 16. No me lo esperaba. He cogido un palo de más para asegurarme llegar a green y le he dado tan mal que no he llegado. No me esperaba el alboroto que había. Ha sido un recibimiento muy emotivo. El público me ha apoyado mucho». De los teóricos favoritos no fallaron Xander Schauffele (-6), Tommy Fleetwood y Scottie Scheffler (-4) o Rory McIlroy (-3).