Se habían ganado la confianza de todos, la ilusión de que España pudiera relevar a Fernando Climent y Luis María Lasúrtegui en el podio olímpico del remo. Los más confiados, los protagonistas de esta final del doble scull después de un ciclo olímpico complicadísimo para ambos. Con esa renuncia a los Juegos de Tokio por el exagerado sacrificio de tener que contentar a la báscula cada día de Rodrigo Conde (Moaña, 26 años), con la recuperación exprés de la rotura de clavícula de Aleix García , (Girona, 23). Y el esfuerzo ha merecido la pena porque han disfrutado del proceso, aunque no haya tenido una recompensa en forma de medalla al final de los 2.000 metros. Segundos tras los primeros 500 metros, bajaron a la quina posición a la mitad de la prueba, con Rumanía liderando desde la primera palada. Recuperaron algo de ventaja a falta de 500 metros, pero Irlanda y Estados Unidos los superaron. Dieron todo lo que tenían en la recta final, con 46 paladas de media, superior a los demás rivales. Pero no consiguieron alcanzar la medalla, quintos al final del esfuerzo. Lo han luchado hasta el último metro en este estadio náutico de Vaires-sur-Marne de París 2024, compenetrados después de tanto tiempo compartiendo desayunos, vacaciones y hasta la compra de una casa, que la embarcación nota hasta cualquier pequeña discrepancia de opiniones, pero Rumanía, Países Bajos, Irlanda y Estados Unidos fueron superiores. Después de que Virginia Díaz no lograra el pase a la final que otorga las medallas en scull individual, Conde y García se quedan fuera del podio. Pero el remo español, que espera revalidar ese metal olímpico desde Los Ángeles 84, tendrá una nueva oportunidad este viernes con Jaime Canalejo y Javier García en el dos sin timonel.