Kai McKenzie , surfista profesional australiano de 23 años, sufrió el brutal ataque de un tiburón blanco de 3 metros de longitud este martes en Port Macquarie, Nueva Gales del Sur (NWS), Australia. El escualo mordió al joven y le arrancó la pierna derecha. Gravemente herido, McKenzie logró llegar a la orilla , donde un policía fuera de servicio le hizo un torniquete improvisado con la correa de su perro para detener su hemorragia, según informó la policía de NWS. La pierna amputada fue arrastrada por la marea y apareció en la playa. Las personas presentes recogieron la extremidad, la pusieron en hielo y se la entregaron a los servicios médicos por si fuera posible reimplantársela al surfista. El herido fue trasladado de urgencia a un hospital local y posteriormente viajó en helicóptero al Hospital John Hunter de Newcastle , a unos 200 kilómetros de distancia. « Vio al tiburón y pudo luchar contra él -contó un miembro del servicio de ambulancias de Nueva Gales del Sur-. Fue muy valiente y, tras el ataque, se dio la vuelta, atrapó una ola y alcanzó la playa. Luego, el policía le salvó la vida al hacerle el torniquete. La única persona que vio al tiburón fue el propio surfista. La verdad es que estaba bastante tranquilo y pudo hablar con nosotros». Kai había regresado recientemente a la práctica deportiva tras superar una importante lesión en el cuello . Sus compañeros y amigos han abierto una cuenta para ayudar económicamente a la familia de McKenzie Australia es el segundo país del mundo tras Estados Unidos en el que más ataques de tiburones a personas se registran cada año. De ahí que en muchas de las playas australianas se advierta del peligro que puede suponer bañarse en sus aguas.